La concejala de Urbanismo, Marisa Martínez, ha encargado a una empresa especializada en rehabilitación de patrimonio un estudio de posibles intervenciones en el vallado del palacete que en los años 20 del pasado siglo construyó el arquitecto Cortina, al detectar los técnicos municipales en una inspección su mal estado.

Aunque por el momento no existe riesgo de desplome, los técnicos determinaron que algunas pilastras del cercado perimetral del chalé están muy deterioradas y se requiere una intervención.

La empresa consultada ha propuesto tres soluciones que van desde el apuntalamiento para evitar que el daño avance, hasta una rehabilitación integral de la estructura y los elementos de valor, pasando por una solución intermedia que supondría restaurar sólo el frontal, que es el tramo en peor estado. El presupuesto iría de los 10.000 euros de la primera propuesta hasta los 100.000 euros que tendría que abonar el ayuntamiento, de forma subsidiaria, aunque luego se cargaría al propietario del palacete.

Este edificio es desde hace años Bien de Relevancia Local aunque está en manos privadas. Desde su declaración, las acciones concretas para evitar que desaparezca prácticamente se han reducido a colocar una puerta trasera que impidiera las entradas irregulares, al haber un gran agujero en el muro perimetral. Precisamente estos accesos, a lo largo de décadas, han sido causa de expolios e incendios que han llevado el edificio a la ruina.

Urbanismo defiende, no obstante, que desde el año 2013 no ha dejado de trabajarse en el expediente, aunque «es un asunto muy complejo» porque el propietario ha recurrido por la vía administrativa y en el juzgado todas las medidas que se han adoptado, además de que algunos pasos requieren exposición pública y consultas a la Conselleria de Cultura, al ser un bien protegido.

Recursos y sentencias

El último recurso de reposición fue presentado por el dueño en otoño y en enero se obtuvo sentencia firme favorable al consistorio y la conselleria, en el proceso judicial que presentó contra la protección del edificio.

Tras detectar ahora los daños en el vallado, el gobierno local tendrá que decidir, en base a los informes técnicos, qué solución acomete y se estima que la redacción del proyecto durará al menos dos meses, a la que seguirá el proceso de licitación.

De forma paralela, se tramita un expediente de ruina del chalé a petición del propietario, que persigue su rehabilitación, como establece la ley para este tipo de bienes, siguiendo la ficha del catálogo. Marisa Martínez asegura que, a pesar de la complejidad del expediente, «estamos poniendo las bases para que esté quién esté en el futuro en este ayuntamiento, se logre la rehabilitación total de este edificio».