La ciudadanía ha decidido que el mejor diseño para la futura avenida Blasco Ibáñez es el que el Ayuntamiento planteaba en la Opción 1 del sondeo ciudadano Mislata Opina, una fórmula urbanística similar a la actual, que apuesta por mantener las plazas de aparcamiento que existen actualmente a ambos de la calzada.

La Opción 1 ha recibido el voto del 43,63% de los vecinos, mientras que la Opción 2 se ha quedado en el 34,69% de respaldo vecinal y en última posición ha quedado la tercera de las opciones, que planteaba una avenida sin coches y que ha recibido un 21,67% de los votos. A pesar de que más de la mitad de los votantes se han mostrado partidarios de ampliar los espacios para los peatones que ofrecían las opciones 2 y 3, el diseño final será el de la opción 1, que es la que ha conseguido el mayor número de votos.

La consulta ciudadana convocada por el Consistorio para decidir el diseño urbanístico de una de las arterias principales de la ciudad ha recibido un total de 1.131 votos, 273 recogidos presencialmente en la urna instalada el lunes en la plaza Victoria Kent y 858 a través de la web mislata.es. De estos resultados on line, una vez realizadas las preceptivas comprobaciones en el área de Padrón de Habitantes, se han descontado 21 votos duplicados y 81 votos de vecinos no empadronados o con datos falsos. En las dos votaciones, tanto en la presencial como por Internet, el resultado ha sido el mismo: primero la opción 1, segundo la opción 2 y en última posición la opción 3.

El gobierno local tiene previsto empezar a ejecutar este verano la primera fase de la reurbanización de la avenida Blasco Ibáñez. Además del diseño decidido por los vecinos, el proyecto incluirá la renovación de la calzada y las aceras, la creación de una ciclovía, la eliminación de barreras arquitectónicas o la ampliación de las zonas verdes y el mobiliario urbano.

El alcalde, Carlos Fernández Bielsa, se ha mostrado muy satisfecho con el resultado y ha anunciado que su gobierno seguirá consultando a la ciudadanía «porque la participación va mucho más allá de convocar a los vecinos cada cuatro años a votar».