El delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, junto a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), María Ángeles Ureña, la alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez, y el alcalde de Xirivella, Ricard Barberà, visitaron ayer la actuación de conservación y mantenimiento del cauce del Túria, dentro del Programa anual de Conservación de cauces de la CHJ.

El objeto de la actuación de es el mantenimiento ordinario del Plan Sur de Valencia, en el nuevo cauce del río Turia. Según explicaron fuentes del Gobierno, se trata de una intervención que se llevará a cabo en tres fases, en un tramo de 6,5 kilómetros en total con un presupuesto estimado inicial de 440.000 euros y que afecta a los términos municipales de Quart, Mislata, Xirivella y València.

La primera fase, en plena ejecución y a punto de finalizar, afecta al nuevo cauce del río. Arranca desde el puente de Xirivella sobre la A-3 hasta el Azud del Repartiment en Quart de Poblet, con una longitud aproximada de 2 kilómetros y una inversión estimada de 130.000 euros. La actuación que ayer visitaron Moragues y los alcaldes, además de los concejales del PP Jaime López Bronchud (Mislata) y Amparo Mora (Quart), tendrá continuidad en la siguiente fase, de 1 kilómetro, que arrancará desde el difusor Ros Casares al puente de Picanya, con un presupuesto estimado de 140.000 euros.

Finalmente, una tercera fase, de unos 3 kilómetros, entre el Puente de Xirivella y el difusor Ros Casares (1 kilómetro), y entre el puente de Picanya hasta el de Paiporta (unos 2 kilómetros), con un presupuesto estimado de 170.000 euros.

Los trabajos consisten en la eliminación del arbolado presente en el lecho (morus alba, acer negundo, gleditsia triacanthos y ricinus communis, especies estas de mayor presencia), mediante un primer paso de desbroce de la parte aérea. Posteriormente, el tratamiento de los rebrotes desde el final del desbroce hasta su parada vegetativa al inicio del invierno.

Moragues explicó durante la visita que el Gobierno está actuando en todos los ámbitos para recuperar los cauces y barrancos, tras los pasados temporales de diciembre 2016 y enero 2017. Dichos episodios ocasionaron daños como formación de tapones y obstrucciones, acumulaciones de arrastres, erosiones en lecho, daños en la vegetación de ribera, así como roturas, descalces y deslizamientos.

El delegado recordó que el buen mantenimiento y conservación de cauces «es crucial para evitar riesgos innecesarios tanto durante épocas lluviosas como en épocas de calor. Por ello, insistió en la importancia del trabajo conjunto entre CHJ y ayuntamientos (competentes para intervenir en la conservación de cauces en zona urbana) para la limpieza adecuada.