Pasaban las 18:30 horas de un día de vacaciones navideñas y un usuario de Paterna acudió a urgencias del Hospital Arnau de Vilanova, el que tiene adscrito, por un incidente. Se encontró, tal como cuenta, «el servicio desbordado». Él mismo admite que no era de quienes requerían atención inmediata, «pero cuatro horas y media de espera me parece una exageración, luego me vieron en 10, me recetaron una pomada y me mandaron a casa», explica. «Yo aún tuve suerte pero a quién hayan de hacerle pruebas o análisis, se pasa allí diez horas», apunta. El usuario se queja de que el centro sanitario público está «bajo mínimos» en una época en la que es «bien sabido» que la gripe acecha en cada esquina.

«El servicio no es bueno», sentencia. En su opinión, es necesario conseguir una mejor atención médica sobre todo en horarios en los que «los ambulatorios cierran». El vecino también apunta que «hay determinados servicios que no deberían reducirse o si lo hacen por vacaciones, deberían garantizar un buen servicio a la ciudadanía».