Técnicos del Ayuntamiento de Torrent inspeccionaron ayer el edificio en el que se produjo una explosión de bombonas de gas durante el fin de semana, para comprobar si la detonación había afectado a la estructura y si existía algún tipo de riesgo para los ocupantes, que habían tenido que ser desalojados. El estallido se produjo en la tarde del domingo y tuvo como consecuencia un incendio, en el que hubo dos personas atendidas por los servicios sanitarios (una vecina, a causa de un ataque de ansiedad y un policía por inhalación de humo).

Fuentes municipales informaron con posterioridad a la inspección que los técnicos evaluaron que no existen grandes daños en el edificio, por lo que los vecinos pueden seguir ocupando sus viviendas con normalidad.

Las mismas fuentes informaron a este diario de que los daños que se detectaron se sitúan principalmente en dos terrazas, que resultaron quemadas, al igual que dos trasteros. También una de las viviendas resultó afectada al entrar gran cantidad de agua de la que se utilizaba para extinguir el incendio.