Las dos sacudidas afectaron en particular al distrito de Qingchuan, en Sichuan y epicentro también de otra réplica de 6,4 grados de magnitud registrada el domingo pasado, y al de Ningqiang, en la provincia noroccidental de Shaanxi, según los datos de la Red Nacional Sismológica de China.

Las casas destruidas vienen a sumarse al millón de viviendas que se desplomaron con la réplica del domingo en Qingchuan, donde 15.453 personas han resultado heridas desde el 12 de mayo, cuando se produjo el potente terremoto de 8 grados de magnitud que sacudió el suroeste chino, el más devastador de la historia reciente del país asiático.

Las desgracias no dejan de cernirse sobre esta zona de China, donde cientos de efectivos tratan de drenar el agua acumulada por los "lagos del terremoto" en Sichuan, que, con la llegada de las lluvias del verano, amenazan con inundar un área donde vive más de un millón de personas que ya sufrieron los efectos del temblor.

Los equipos de emergencia tienen previsto evacuar hasta a 1,3 millones de residentes en torno al lago de Tangjiashan, uno de los 35 formados por los aludes de rocas y escombros que han bloqueado el cauce de los ríos de esta zona de la orografía montañosa, al pie de la cordillera del Himalaya.

Más de 100.000 vecinos de la ciudad de Mianyang, río abajo, fueron evacuados, informó hoy la agencia de noticias Xinhua, y las aguas amenazan con inundar Beichuan, epicentro del seísmo del 12 de mayo.

En el dique trabajan a contrarreloj 600 ingenieros y soldados para drenar la enorme masa de agua que amenaza a estas poblaciones y, a pesar del despliegue de medios, con 29 excavadoras, calculan que hasta el próximo 5 de junio no podrán empezar a desaguar el lago.

Otras 69 presas de la zona quedaron agrietadas por la sacudida y también amenazan con desbordarse con el monzón, según el Ministerio de Recursos del Agua.

Mientras, sigue aumentando la cifra de víctimas desde el 12 de mayo, a medida que los efectivos apartan los escombros, con 67.183 muertos, 20.790 desaparecidos, 361.822 heridos y 45 millones de damnificados.