El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha visitado este miércoles la zona en torno a la planta de aluminio que provocó el vertido de lodo tóxico la semana pasada en el oeste de Hungría y que ha dejado hasta el momento nueve víctimas mortales, según el nuevo balance dado a conocer hoy.

Por otra parte, los últimos exámenes han mostrado que no se han producido nuevos daños en el muro de la balsa que provocó el vertido, según ha indicado a Reuters el portavoz de los equipos de emergencia desplegados en el lugar de la tragedia, Gyorgyi Tottos.

Orban ha responsabilizado a una "negligencia humana" el vertido altamente contaminante de la planta de aluminio de la compañía MAL Zrt que se ha cobrado por ahora nueve vidas, y provocado heridas a 120 personas. Según ha informado la Unidad Nacional de Desastres en su página web, este miércoles falleció uno de los heridos por el vertido en un hospital.

Ayer, la Policía húngara se hizo con el control de las instalaciones de la empresa y se incautó de los sistemas de información de la misma después de que el Parlamento aprobara una ley de emergencia que autoriza al Gobierno de centro-derecha a asumir el control de la compañía y sus bienes.

El comisario de Desastres, Gyorgy Bakondi, había aclarado ayer que la empresa permanecerá bajo control estatal hasta que pague el coste de la operación de limpieza de la zona afectada, que está financiando por adelantado el Estado, según informa hoy el diario 'Nepszabadsag'.

Por otra parte, los equipos de emergencia en la localidad evacuada de Kolontar, la más próxima al lugar donde se inició el vertido, tienen prácticamente acabada el muro de contención de unos 600 metros de longitud que atraviesa la localidad para protegerla de una potencial segunda riada. Kolontar está evacuada desde el sábado, cuando se apreciaron nuevas grietas en el muro norte de la balsa.

Entretanto, el director de MAL, Zoltan Bakonyi, sigue bajo custodia policial este miércoles a la espera de una decisión judicial sobre su arresto, que se prevé se produzca a lo largo del día, según la Policía. "Los datos de la investigación hasta ahora apoyan la decisión de detener (a Bakonyi) y las sospechas en su contra", ha indicado a Reuters la portavoz de la Policía, Monika Benyi.

Según la Policía, Bakonyi no preparó medidas de contingencia para el caso de que los muros de la balsa se rompieran. El director de la empresa, que tiene contratadas a numerosas personas en la región, ha negado estas sospechas y ha presentado una demanda contra su arresto.