El presidente de EEUU, Barack Obama, agradeció hoy al primer ministro británico, David Cameron, y al rey de rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abelaziz, la cooperación de sus países para abortar un complot terrorista contra Estados Unidos.

Obama destacó que la "estrecha cooperación" entre EEUU, el Reino Unido y otros socios internacionales permitió interceptar dos paquetes con explosivos destinados a dos sinagogas en Chicago.

En su conversación con Cameron, el presidente estadounidense expresó su agradecimiento por la "profesionalidad" de los servicios británicos involucrados "en el esfuerzo conjunto para poner fin a esta trama", indicó la Casa Blanca en un comunicado.

Por otra parte, Obama agradeció al rey Abdalá el papel "crítico" que tuvieron los servicios antiterroristas saudíes advirtiendo sobre este intento de ataque y destacó la "profunda y duradera" relación entre ambos países.

El asesor para la lucha contra el terrorismo de la Casa Blanca, John Brennan, ha estado en contacto frecuente con su homólogo británico y "seguirá haciéndolo a medida que trabajamos juntos para prevenir y desbaratar los futuros esfuerzos para atacar a nuestros ciudadanos", indicó la Casa Blanca.

La autoridades interceptaron el viernes dos paquetes con explosivos procedentes de Yemen en aviones de carga en el Reino Unido y Dubai, con destino a dos sinagogas de Chicago.

Los paquetes fueron localizados en sendos aviones de carga, antes de llegar a Estados Unidos, el primero en un avión de la firma UPS en el aeropuerto de East Midlands, en el Reino Unido, y el segundo apareció después en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos.

El primer ministro británico, David Cameron, afirmó hoy que el hallazgo de un paquete explosivo en un avión de carga pone de manifiesto que el mundo debe estar unido y debe mostrar determinación para derrotar al terrorismo.

En unas declaraciones a la prensa desde su residencia de campo de Chequers, a las afueras de Londres, Cameron confirmó que habló con el presidente de EEUU, Barack Obama, y también con el presidente yemení, Ali Abdula Saleh, al que le recalcó la necesidad de hacer más esfuerzos para erradicar el "cáncer de Al Qaeda en Yemen".