La canciller alemana, Angela Merkel, se apoyó hoy en la creación de empleo y la consolidación fiscal para defender su gestión en el pleno de clausura de la legislatura celebrado en el Bundestag (cámara baja) antes de las elecciones del 22 de septiembre.

El candidato socialdemócrata Peer Steinbrück, su principal contrincante, le afeó sin embargo su falta de acción política en Alemania -donde se "han perdido años"- y la creciente brecha social en la mayor economía del continente, además de tachar de "fracasada" su política de la austeridad para Europa.

"Estos han sido cuatro buenos años para Alemania. Porque ahora le va bien a más gente que hace cuatro años", afirmó la canciller, para abogar de seguido por la reedición de la actual coalición de su Unión Cristianodemócrata (CDU) con el Partido Liberal Alemán (FDP).

A juicio de Merkel, su gobierno ha logrado afrontar con éxito una serie de "retos" que ni siquiera se intuían al comienzo de la legislatura, como la crisis de la deuda en la eurozona, la catástrofe nuclear de Fukushima o la primavera árabe.

El proceso de consolidación acometido por su Ejecutivo, prosiguió, permitirá que el próximo ejercicio Alemania logre un déficit estructural cero y que en 2015 comience a reducir su deuda, que supone el 90 % del producto interior bruto (PIB).

"La consolidación fiscal ha sido un éxito sensacional", subrayó la canciller, que revivió en sede parlamentaria su reciente cara a cara televisivo con Steinbrück.

También tildó de "éxito" el nivel récord de ocupación alcanzado durante la legislatura, así como el aumento de la incorporación de la mujer al trabajo, y el incremento de los jóvenes con formación y de los mayores empleados.

Merkel vinculó estos datos a la "acertada política" desarrollada por su gobierno y que se ha aplicado a "tareas inteligentes", a "descargas" financieras "donde ha sido posible" y a "inversiones en futuro".

Sobre su gestión de la crisis de la deuda, la canciller recalcó que su Gobierno se ha basado en "el principio de solidaridad a cambio de contrapartidas".

"Ni un céntimo a los griegos... si no están dispuestos a acometer reformas", dijo parafraseando una polémica frase suya de 2010 (la primera parte), pero con el matiz de la condicionalidad.

La canciller desgranó además sus propuestas para la próxima legislatura, lo que aprovechó Steinbrück para criticarla por centrarse en el futuro en lugar de defender la gestión de esta legislatura.

"Usted sólo dice haremos, haremos, haremos.. y yo me pregunto: ¿Quién ha gobernado aquí en los últimos cuatro años? Usted debería haberlo hecho y no ha hecho nada", le espetó el candidato del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD).

Steinbrück argumentó que el Gobierno de Merkel se ha quedado en las palabras tanto en política interna como en Europa: "¿Qué ha hecho con el pacto por el crecimiento? ¿Y con la garantía de empleo para jóvenes? ¿Y con el impuesto a las transacciones financieras?".

"Han sido todo etiquetas en botellas vacías", concluyó.

El socialdemócrata aprovechó el debate para resaltar los pilares de su programa electoral: la introducción de un salario mínimo interprofesional, el aumento de las inversiones en infraestructuras y educación, y las subidas de "algunos impuestos para algunas personas".

Asimismo, abogó por una mayor regulación bancaria y por que el dinero de los contribuyentes alemanes no sirva para "rescatar a bancos extranjeros" directamente, como ahora permite en teoría el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

En su opinión, el anuncio de que Grecia precisará un tercer rescate es el reconocimiento del "fracaso" de las políticas de Merkel en Europa y sólo se podría considerar un éxito la reducción del desempleo juvenil en el continente y la regulación de los bancos.

"Sufrimos las consecuencias de su gestión de la crisis", remató.

Por su parte, la canciller cargó también contra el SPD, el principal de la oposición, por proponer una subida de impuestos -lo que "amenazaría" puestos de trabajo- y por haber bloqueado en el Bundesrat (cámara alta) una propuesta para eliminar la "progresión fría", el hecho de que una subida salarial, por un cambio de tramo impositivo, puede provocar un descenso de sueldo neto.