Al menos quince personas han muerto este jueves tras estrellarse un helicóptero Mi-8 en el norte de Krasnoyarsk, en Siberia Oriental, según han informado las autoridades rusas.

"Quince personas han muerto, otras diez se encuentran en la unidad de cuidados intensivos y otra ha sido rescatada del helicóptero", ha precisado la portavoz de la Fiscalía para el transporte de la región, Oksana Gorbunova, citada por la agencia Sputnik.

La aeronave, con 22 pasajeros a bordo y perteneciente a la compañía Turuján, se dirigía desde la ciudad de Igarka a una explotación petrolera de la zona, precisó el departamento regional de Emergencia.

"Según datos preliminares, el helicóptero se estrelló debido a un fallo en sus sistemas de navegación", dijo una fuente de Emergencia, que añadió que el vuelo del Mi-8 transcurría en condiciones meteorológicas complejas. "El helicóptero ha caído en el río Yenisei y yace en el hielo", ha precisado un policía local.

El helicóptero se dirigía desde Igarka, a cuyos hospitales han sido evacuados los heridos, a una instalaciónj de producción petrolera en Krasny Selkub. Según el Ministerio de Emergencia, se encuentra en una zona de difícil acceso a unos 2 kilómetros del aeropuerto y el fuselaje ha quedado destruido, aunque no se ha incendiado.

Dos helicópteros con equipos de socorro fueron enviados al lugar del accidente para evacuar a los supervivientes.

El Mi-8 es un helicóptero bimotor de tamaño medio, con tres tripulantes, capaz de transportar hasta 24 personas o 3.000 kilogramos de carga, la que puede ir tanto en el interior como en el exterior de la nave.

El aparato, del que también se fabrican versiones de uso militar, comenzó a producirse hace más de cincuenta años, tiene una autonomía de vuelo de 450 kilómetros y desarrolla una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora.