La reunión de la comisión ejecutiva de la Fundación del Levante UD Cent Anys, celebrada el pasado martes, sirvió para que los patronos presentes iniciasen un debate general sobre algunas de las ideas para remodelar el patronato de la institución. Durante la tertulia, uno de los patronos describió, a grandes rasgos, las claves de su propuesta, en la que se plantea impedir que cualquier inversor externo pueda hacerse con el control de la mayoría accionarial del club. La venta de las acciones sólo podría darse en el supuesto caso de que el Levante UD atravesase una situación económica muy difícil.

Es decir, esta propuesta „una más de las presentadas„ trata de «blindar» la Fundación y sus títulos ante el interés de compradores del perfil de Robert Sarver, salvo que el club lo necesite para sobrevivir. O lo que es lo mismo: la venta, sólo como salvación.

Esta idea casa con las manifestaciones emitidas el lunes por el presidente del Levante UD en una conferencia sobre liderazgo en la Universidad Católica de Valencia. En ese foro expresó que el actual proyecto del club de Orriols es lo suficientemente atractivo como para venderlo por 56 millones. «Nos tenemos que morir para vender», vino a decir Catalán.