La última vez que el Llevant venció en el Madrigal, los tres puntos le sirvieron para auparse como líder de Primera. Fue a finales de octubre de 2011. Hace más de cuatro años y, sin embargo, muchos levantinos conservan en la memoria, como un tesoro, los goles de Juanlu (2) y Koné. En Primera la vida puede ser maravillosa. No obstante, parece que fue en otra vida, pero no hace tanto que Llevant y Villarreal se veían las caras en derbis a cara de perro en Tercera División. El levantinismo en pleno se conjura para evitar ese regreso al pasado. Es la inequívoca intención del equipo y de los mil hinchas que lo llevarán en volandas sobre el césped del estadio «groguet», con su aliento.
Y ello pese a que hoy el triunfo ni siquiera serviría para salir de la zona de descenso, pero, como ante el Getafe, tendría un efecto terapéutico para equipo y afición, y serviría para reducir distancias con los rivales directos. La pasada jornada se recortaron tres puntos a Las Palmas, Granada y Getafe, y dos a Sporting, Betis y Rayo. Ésta ha comenzado con la victoria de los canarios en Ipurua (0-1) que les pone con 27 puntos. Una victoria granota le haría sumar 23 y restar frente al resto, pues hay dos enfrentamientos directos: Sporting (24)-Espanyol (25) y Betis (27)-Rayo (25). Por otra parte, el Getafe (26) recibe al Celta y el Granada (20) visita Riazor. Cuando ustedes lean esto, ya se conocerán todos los resultados excepto el del Granada.
La ilusión y el ánimo esforzado son imprescindibles pero también hay que ser realistas, para no llevarse un chasco. Ganar en Vila-real sería una proeza y no hacerlo, lo normal, como ante el Real Madrid. Perder ambos partidos entra en el guion; no hacerlo, mejora cualquier expectativa. Sea como sea, hay que abordar los últimos once partidos, tras el Madrid, con una determinación absoluta. Quedarán 33 puntos en liza, ante rivales asequibles (más el Atlético). Como apuntó Rubi, en las ocho primeras jornadas de la segunda vuelta, el Llevant se habrá enfrentado a 6 de los 7 primeros clasificados de la Liga. Poca broma.
Pese a la recomendable prudencia, hay margen para la sorpresa: la escuadra granota demostró ante el Barça que, si juega al 120%, puede vencer a cualquiera. En algún momento al buen fútbol se unirá un punto de suerte para dar la campanada contra un grande. Podría ser durante la matinal de hoy. Una victoria de prestigio como ésta representaría una inyección de autoestima para el grupo y de esperanza para todos.
Frente, al Getafe el Llevant tuvo ese punto de suerte, cuando Álvaro estrelló el balón en el poste, sin portero. Era el 2-1. De ahí se pasó al 3-0. El Llevant hizo un partidazo pero si entra ese gol quién sabe qué hubiese podido pasar. La suerte volvió a influir, esta vez a favor. Y este factor va a ser decisivo porque si el Llevant juega como ante Barça y Getafe, solo la mala fortuna puede arrebatarle la permanencia. Esperan diez finales de infarto y tres partidos contra el Villarreal, el Madrid y el Atlético sin nada que perder y mucho que ganar. No hay ni un mínimo margen para la relajación o la indolencia que hemos visto en otros partidos. Que la fuerza nos acompañe. Y la suerte.
