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El borde del área

Una burla

Una burla

Lo de ayer fue un despropósito, un insulto, una falta de respeto y de dignidad. El auténtico desprecio de un grupo indigno de ponerse la camiseta del Valencia y de llevar el escudo del murciélago en el pecho. El enésimo papelón de un colectivo de futbolistas sobrevalorados y pagados a precio de oro cuyo rendimiento es digno de figurar en los vertederos futbolísticos.

Fútbol apestoso como premio a una afición que aún -y digo «aún» porque toda paciencia tiene un límite- sigue acudiendo en masa al estadio a sufrir a este glaucoma futbolístico que es indigno de defender el nombre de una entidad casi centenaria.

Y dirigiendo la sinfonía filarmónica del despropósito, Gary Neville. La nulidad más grande y devastadora que los tiempos han visto en un banquillo, no sólo del Valencia CF, sino de la liga española. Un súbdito de su graciosa majestad que no hace ni puñetera gracia y que cogió un equipo justito y lo ha empeorado hasta parámetros en los que el término «fracaso» se antoja insuficiente.

Mientras Gary no ve al enemigo a su alrededor, prefiere verlo en el exterior. Mientras su equipo se derrumba, la ex gloria del United está más pendiente de levantar muros para que no se pueda ver su lamentable nivel como entrenador. Su drama es que los frutos de su trabajo no los pueden tapar lonas, vallas ni muros. Salen a la luz cada domingo y los resultados son sonrojantes. Cuando falla un jugador, o dos, o tres, puede ser problema de los futbolistas. Cuando falla todo el equipo es culpa directa de su entrenador. Técnico que, viendo que aquí todo va como la seda, aprovechará el parón de la liga para incorporarse como segundo a la selección inglesa. Y el problema no es que se marche. El auténtico problema es que vuelva.

Y en la cúspide, el dueño (como en todo en la vida). Él es el responsable de destruir una estructura deportiva -mejor o peor, la había- y entregar las llaves del club a un representante y un entrenador que era una marioneta en sus manos. Y Lim es el responsable de haber elegido como sucesor de los Zipi y Zape portugueses a un tipo que no había entrenado en su vida, y que no conoce ni el idioma ni el club al que ha ido. ¿Cuántos entrenadores ingleses hay en la liga italiana, y en la francesa, y en la alemana? ¿Cuántos entrenadores ingleses hay entre los 10 primeros clasificados de la Premier? Yo les diré la respuesta: CERO.

Muy osado hay que ser para pensar que es mucha casualidad este dato. No ayuda en nada que el dueño demuestre que no sabe nada de fútbol y que parece empeñado en no aprender. No seré yo quien dude de sus intenciones, pero su gestión esta destruyendo a un ritmo celérico a una entidad con 97 años de historia.

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