Acaban las clases en la facultad y Maitane López atiende a Levante-EMV antes de ir a entrenar. Quiere estar lista para el importante partido de hoy ante el Atlético de Madrid en la capital de España (16.00 horas). Un duelo en lo alto de la tabla.
¿Qué estudia?
Magisterio, ahora se llama Educación Primaria. Estoy en un colegio con las prácticas, corrigiendo los exámenes de los niños.
¿Cómo compagina sus estudios con el fútbol?
Es complicado. Hay trabajos en grupo y los compañeros quedan por la tarde. A mí me toca trabajar online porque tengo entrenos y no puedo ir. Luego, de cara a los exámenes toca quedarme a estudiar alguna noche. Hay que aprovechar cada minuto, si no, no apruebas.
¿Son duros los profesores?
No nos dan todas las facilidades teniendo en cuenta nuestra situación. La semana que viene hay un partido entre semana y no podremos ir a clase, no es que no queramos, es que nos debemos al Levante UD, que para eso estamos aquí. Podían darnos más facilidades, pero sólo queda trabajar más.
¿Para usted es importante tener otra salida profesional?
En el femenino es indispensable tener una almohada o colchón por si te pasa algo, por si te lesionas de gravedad. Un club no te va a pagar si no compites. Tienes que tener algo para seguir viviendo y tener un trabajo.
¿Le gusta más dar clase o jugar al fútbol?
Jugar al fútbol. El fútbol es mi pasión de cada día y siempre tengo ganas de entrenar.
Nació en Águilas, creció en Mallorca, tiene familia vasca y vive en Valencia... ¿De dónde es usted?
Tengo el corazón dividido. Nací en Águilas (Murcia), con tres años me fui a Mallorca a vivir con mi madre y allí empecé a jugar. Hasta hace dos años estaba allí. También soy vasca, mi familia paterna es toda de Mondragón, y también me siento de allí. No me siento de ningún sito en concreto, me gusta sentirme de tres sitios a la vez.
Su familia paterna es la de los López Rekarte. ¿Quién fue el mejor?
Mi padre (José Ignacio) iba a ser el mejor de los cuatro hermanos, pero se lesionó de gravedad. El más sonado fue Luis Miguel que jugó en el Barça y Aitor que jugo en la Real Sociedad. Siempre me han dado consejos con respecto al fútbol.
¿Han influido mucho en su afición al fútbol?
Todo influye. En mi familia paterna cada vez que iba todo estaba relacionado con el fútbol y eso te marca. Pero desde pequeña me llamó siempre la atención el fútbol.
¿Cómo se tomaron su decisión de ser futbolista?
Están muy contentos de que la saga López Rekarte siga adelante, además a todos les han salido niñas y en el mundo que vivimos es más difícil que jueguen. Cuando di el paso de tomármelo en serio se alegraron porque es la continuación de una familia de futbolistas.
¿Se parece a ellos jugando?
No porque son posiciones distintas y no se puede comparar el fútbol masculino con el femenino. Ellos son más físicos y nosotras somos quizá más técnicas.
¿En qué futbolistas se fija?
Hay una jugadora a la que admiro y nunca se lo he dicho, jugamos en contra en la liga. Para mí es una referencia, es una de las mejores: Vanesa Gisbert, del Athletic Club. En el masculino, en Busquets.
¿Hay mejor ambiente en el fútbol femenino que en el masculino?
Hay competencia, pero no tenemos los mismos intereses económicos y a todas nos interesa lo mejor para la liga femenina.
Es su segundo año en el Levante UD. ¿Qué le transmite el club?
Cuando fiché el año pasado llegué y me trataron muy bien. El presidente vino a saludarme el primer día. Es un gesto que jamás me lo hubiese imaginado. Fue un plus a la emoción que yo ya traía de casa. El Levante UD es un club muy humilde, dentro de ser un club grande, un club trabajador, con la gente unida. En la liga femenina es uno de los clubes que más unido tiene el vestuario y eso es esencial para afrontar situaciones difíciles.
¿Qué valora una jugadora para cambiar de equipo?
Yo puse en la balanza que quería tener opciones de jugar. Si te vas a equipos llamados a grandes cosas tienes más dificultades. Yo quería tener competencia, pero quería tener opciones de jugar. Después valoras ir a un sitio que te permita vivir el día a día y que te de opción a los estudios. Eso es esencial, sobre todo para mi madre. Cuando le dije que me venía se llevó un buen susto. Cuando llegué se quedó más tranquila.
¿Este Levante UD puede pelear por cosas importantes?
A estas alturas, miramos la clasificación todas hubiésemos firmado al principio estar así, en este momento de la liga, empatadas a puntos con el Atlético e ir a jugar a su casa. Es my difícil de mantenerse, la competencia es muy fuerte y el Barça y el Atlético tienen presupuestos estelares. Ellas tienen la obligación ganar y a nosotras nos mueve la ilusión. Tira más la ilusión de pensar que lo podemos conseguir que no la obligación.
¿Alguna vez había jugado ante 8.000 personas como en el pasado derbi en Orriols?
Con la selección había jugado alguno con mucha gente, pero no 8.000. Estábamos todas nerviosas pero emocionadas de ver a la afición volcada con el femenino. Ese día ganó el Levante UD, pero en el fondo ganó el fútbol femenino. El gesto del club fue espectacular y el derbi nos dio un empujón hacia arriba a todas.
