La inauguración de la Casa Nova de Calp es todo un acontecimiento. El ayuntamiento, gobernado por el PP y dos grupos independientes, quiere que sea multitudinario. Ha puesto autobuses gratuitos para que los vecinos asistan el sábado al acto y comprueben cómo ha quedado la histórica masía fortificada del siglo XVI tras unas obras de restauración que han rozado los 1,2 millones de euros. Otro aliciente: ofrecerá una charla Ángel Pineda, de la última familia que habitó este robusto edificio de piedra al que se le adivina en seguida su aire acastillado. El matacán de la fachada es típico de la arquitectura defensiva.

El Ayuntamiento de Calp adquirió en 1996 este edificio. Primero debía ser sede universitaria. Lo restauró con 1.1 millones del Fondo Estatal de Inversión Local. Ahora se ha terminado su rehabilitación con una nueva inyección de 80.000 euros. Ahí también estaba incluida la electrificación del tossal coronado por la ya remozada masía fortificada. Pero el uso es distinto. La Casa Nova renace como campus de excelencia empresarial. Será un laboratorio de proyectos de emprendedores y de nuevas ideas empresariales. El viejo patrimonio revive como catalizador de proyectos empresariales. El antiguo convento franciscano de Benissa también se transformó hace unos años en centro de excelencia.