L' Associació de Veïns de Ciutat Vella de Sagunt ha puesto en marcha una iniciativa junto al equipo del Plà Estel formado por Mireia Peris, Arnau Boix, Ara Muñío y Marc Déu que propone a los habitantes de Sagunto interactuar con la ciudad construida registrando los recuerdos que les evocan sus espacios para dejar posteriormente testimonio de sus memorias a través de códigos QR.

Asumiendo que la arquitectura es un hecho comunicativo podríamos abundar en la intensidad artística de esta propuesta que reverbera la direccionalidad semiótica y eleva un conjunto de recuerdos anónimos a la categoría de acontecimiento social pero al finalizar una reciente reunión entre los responsables del Plà Estel y los vecinos, la pintora Elena Uriel expresó una preocupación que parece más urgente de comentar: «Me gusta cuando os veo exponerlo pero no tengo claro a donde conduce todo esto, qué puede salir de aquí».

Dedicando su tiempo a la codificación de vivencias y prestando atención a la ciudad que imaginan los niños, este grupo está denunciando implícitamente un modelo urbanístico basado en el crecimiento irracional que olvidó las necesidades reales de las ciudades e hipotecó el futuro de la generación posterior, pero a nadie se le escapa que la verdadera revolución debería ser burocrática, porque es ahí donde desaparecen las distinciones entre la tramitación de proyectos sensibles y la pura especulación.

Esta iniciativa busca la complicidad y el respaldo ciudadano para lanzar un mensaje ético con el que hacer despertar tanto al barrio como a las administraciones públicas.

Personalmente soy partidario de que el discurso ético y las ideologías políticas que se deriven en la edificación y el urbanismo de nuestras ciudades sean discutidas en los jurados de concursos públicos de arquitectura, acontecimiento que también puede ser convocado por una asociación de vecinos como ocurrió recientemente en Benimaclet. Pero asumiendo lo institucionalizada que está en nuestras latitudes la relación personal y directa, rompería una lanza por los chicos del Plà Estel, un equipo cuyo lema es diagnosis colectiva y empoderamiento ciudadano. ¡Suerte!