La jornada «Repensar los antiguos espacios industriales» concluyó con éxito de participación. La iniciativa organizada por APIVA (Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano) y AMIMO (Asociación Memoria Industrial y Movimiento Obrero) y coorganizada por las delegaciones de Patrimonio Cultural y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Sagunt dejó varias conclusiones:

Treinta y dos años después del cierre de Altos Hornos del Mediterráneo, muchos de los negros nubarrones que hacían peligrar el futuro del patrimonio industrial de Puerto de Sagunto se han disipado. Ello no hubiera sido posible si a mediados de los años 90, no se hubiera producido una movilización social que, articulándose en torno a la plataforma y la consigna de Gerencia Pública Ya, no hubiera frenado la amenaza especulativa que se cernía sobre buena parte de este patrimonio, y en especial del conjunto de la Gerencia, hubiera sensibilizado a la ciudadanía sobre el valor y el potencial cultural, social y económico del mismo, y hubiese logrado que la cuestión del legado histórico de la antigua siderúrgica entrara en la agenda política municipal y autonómica.

Forzadas por esa movilización de la ciudanía, las diferentes administraciones implicadas en la conservación y puesta en valor del patrimonio industrial se vieron obligadas a pasar de los discursos a los hechos. Se pusieron en marcha de este modo algunas de las iniciativas más destacadas para la rehabilitación y recuperación de este patrimonio: fueron rehabilitadas las naves de talleres generales, se finalizaron las obras en el horno alto y se puso en marcha el proyecto del futuro museo industrial. En esta misma línea, en enero de 2015 el Ayuntamiento de Sagunto y la empresa Arcelor alcanzan un acuerdo para darle una titularidad pública al conjunto de la Gerencia y acabar con las presiones urbanísticas que acechaban esta pieza fundamental del patrimonio industrial de Puerto de Sagunto.

Todo ello nos ha permitido superar buena parte de los peligros que amenazaban la propia continuidad física de este patrimonio. Ha sido una gran victoria ciudadana de la que debemos estar orgullosos como ciudadanía crítica y socialmente comprometida con su territorio. Sin embargo, esa satisfacción no puede ser completa porque todavía siguen quedando sombras que cuestionan el futuro de nuestro patrimonio. Ello es consecuencia del propio enfoque con que las administraciones públicas autonómicas y locales han enfocado la actuación sobre el mismo. En este sentido, han primado los criterios cortoplacistas, cuando no abiertamente propagandísticos, más interesados en desactivar la movilización social y sacar réditos electorales con el patrimonio, que en poner en marcha proyectos fundamentados, planificados y presupuestariamente viables. En lugar de ello se pasó sin continuidad del megaproyecto faraónico a la dejadez, el inmovilismo y a un olvido que vuelve a poner en riesgo el futuro.

El resultado de todo ello es esa parálisis que atenaza nuestro patrimonio. Años después de que la Generalitat acometiese las obras de rehabilitación de la nave de Talleres Generales, el espacio se encuentra en un limbo, donde sigue sin desbloquearse su propiedad y su uso futuro. Lo mismo ocurre con el proyecto del museo industrial cuya ejecución se encuentra pendiente de que se la dote del presupuesto necesario para finalizar los trabajos y acometer la fase del proyecto museístico. La propia Fundación de la Comunidad Valenciana de Patrimonio Industrial de Puerto de Sagunto (FCVPI) se encuentra desmantela después de que la falta de ideas y líneas de financiación la abocaran al fracaso, pero sin que en este tiempo Generalitat y ayuntamiento hayan propuesto una alternativa viable para la gestión y dinamización del patrimonio. Y lo mismo sucede, en fin, con el conjunto de la Gerencia, carente de un plan de intervención claro mientras buena parte de los edificios se siguen deteriorando e, incluso, se resucitan debates ya superados, como su posible urbanización parcial, que ponen de relieve la falta de criterios y los vaivenes de la administración en la recuperación de este espacio.

Por todo ello, consideramos que es necesario una implicación efectiva de todas las administraciones implicadas, tanto locales, provinciales como autonómicas, para sacar el patrimonio industrial saguntino del impasse en que se encuentra. Es urgente que los poderes públicos, con la participación democrática de la ciudadanía, acuerden los usos de este patrimonio, se determinen y planifiquen las actuaciones necesarias para su recuperación y que, de una vez por todas, se las dote de unas herramientas de gestión y financiación claras y sostenidas que permitan llevar a cabo su ejecución. En este sentido, consideramos ineludible la elaboración de un Plan Director de Patrimonio industrial, concebido como una herramienta de trabajo a largo plazo, que funcione como documento de consenso político y ciudadano. Para ello consideramos necesario que su redacción se realice a partir de una comisión interdisciplinar de expertos en la materia, convocada con criterios de transparencia, en la que además queden fijados los cauces necesarios para la participación de la ciudadanía. Dicho Plan deberá de analizar, entre otros asuntos, el futuro de la FCVPI, que afecta al Horno Alto, el Museo Industrial y los archivos de AHM; un Plan Director de la Gerencia, en el que se determine su gestión y su protección; una alternativa para la Nau, que clarifique su titularidad y la gestión autonómica del espacio; así como la integración efectiva en el conjunto patrimonial industrial de todos aquellos elementos diseminados que lo conforman como el Barrio Obrero, los grupos de vivienda social, o el Pantalán.

Abundando en algunos de estos aspectos, consideramos imprescindible desbloquear la actual situación de la FCVPI, buscando una alternativa que garantice la efectiva financiación de los planes de actuación en el patrimonio tanto con las aportaciones de las administraciones públicas, como con las obtenidas de una manera efectiva por aquellas entidades privadas interesadas en colaborar, tal y como ocurría inicialmente con las empresas implicadas en el Patronato.

Íntimamente relacionado con lo anterior, es preciso acometer la catalogación y digitalización del archivo histórico de AHM, una tarea asumida por el Ayuntamiento de Sagunto cuya ejecución sigue sin concretarse con medios económicos y humanos. Consideramos imprescindible su organización y conservación dentro de las instalaciones del futuro Museo Industrial, así como su difusión para consulta de historiadores, economistas y estudiosos en general.

Así mismo, llevar a cabo ese Plan Director de la Gerencia, cuya redacción vuelve a ser anunciada por la administración local, y que dé respuesta a las necesidades de la Ciudad Jardín, las antiguas oficinas, el Casino y el Economato. En este sentido, nos reafirmamos en los usos sociales, culturales y medioambientales ampliamente consensuados a lo largo de todos estos años. Igualmente, consideramos necesario fijar urbanísticamente, desde una perspectiva inequívocamente pública, los usos dotacionales de la zona, especialmente de aquellas áreas sin edificar. Por lo que respecta a la gestión de la Gerencia, consideramos de interés profundizar mecanismos de gestión mixta con participación del ayuntamiento, la iniciativa privada, preferentemente local, y el tejido asociativo, aprovechando fórmulas como la custodia urbana que posibiliten la colaboración positiva entre las partes y el retorno a la comunidad.

Por último, es preciso poner en marcha medidas de protección dotando al conjunto de la Gerencia de una declaración de Bien de Interés Cultural o Bien de Relevancia Local. Junto a ello, es imprescindible que las administraciones públicas, y especialmente la administración local, asuma sus responsabilidades de control y vigilancia para evitar la degradación o las alteraciones en su fisonomía sufridas por muchos elementos, como los grupos de viviendas, pese a contar con medidas de protección.

Sólo acometiendo estos retos podremos recuperar el patrimonio industrial de Puerto de Sagunto. Sólo así podremos, por fin, superar los peligros que siguen poniendo en riesgo su futuro. Es urgente e imprescindible sacarlo del limbo en que se encuentra. Nuestro patrimonio industrial no puede permitirse ninguna oportunidad perdida más».