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Homenaje agridulce en Albalat

El temor a reabrir viejas heridas y la imposibilidad de contactar con algunas familias dejó sin recoger muchas de las placas

El edil Rafa Asensio y familiares, con el único represaliado vivo. Provi Morillas

El homenaje que el Ayuntamiento de Albalat dels Tarongers rindió a los represaliados de la Guerra Civil terminó con sabor agridulce.

Casi la mitad de las placas que se iban a entregas a familiares de las víctimas del régimen franquista se quedó sin recoger. La imposibilidad de contactar con algunos fueron algunas de las causas que explican este vacío, aunque a éstas se sumó «algo más de organización y la renuncia de algunos a acudir al acto por no remover viejas heridas». Así lo apuntaba a Levante-EMV el concejal encargado de la organización, Rafa Asensio. «Esto ya se sabía, por lo que yo propuse dar las placas en bloque, pero las prisas nos llevaron a ir nombre por nombre, por lo que se notó más las ausencias», reconocía.

Pese a lo ocurrido, el concejal nacionalista valoró el acto de «positivo», con el que «se han cumplido los objetivos», dijo.

«No era tan importantes las placas como tener la oportunidad de hacer visible un capítulo de nuestra historia para que la gente lo conociera. Dignificar la memoria de muchas personas que fueron olvidadas; su causa, su lucha y sobre todo poder cerrar heridas».

El acto tuvo momentos muy emotivos, con el recuerdo presente de muchos familiares en los parlamentos que se les dedicaron y que llevaron a arrancar lágrimas a muchos asistentes.

Además de recordar a los represaliados locales, también hubo un acto especial para los fusilados de Manzanera (Teruel) a los que se les llevó en su memoria una corona de flores que se posó sobre el nicho donde todavía descansan los restos de dos de las nueve personas fusiladas en Albalat acusadas de colaborar con los maquis.

Asensio ya ha adelantado que éste no será el único acto que se rinda a la memoria de estas víctimas. «Tenemos pensado llevar a cabo alguna actividad más relacionada con la memoria histórica», aunque de momento, no ha querido concretar más.

En el acto también se echó de menos a la alcaldesa, Maite Pérez (PSPV). «Tenía un compromiso cerrado ya» explicaba el nacionalista Asensio, quien no ha querido entrar a valorar este hecho pese a las críticas emitidas por el portavoz del PP, Filibert Prats, quien expresó su malestar públicamente.

En declaraciones a este diario, el que fuera exmandatario de Albalat, lamentaba la ausencia de Pérez. «Es muy fuerte que en un acto para el pueblo, la alcaldesa no esté. Nos guste o no cuando toca estar, se está», aseguraba. La crítica no solo recayó en la máxima representante, también en el Partido Socialista. «Parece mentira que siendo los socialistas los que aprobaron la Ley de la Memoria Histórica, no hubiera habido ni un concejal del PSPV en el acto», decía.

Los únicos ediles de la corporación que asistieron a la cita fueron el propio organizador, Asensio (Compromís) y Prats (PP), quien recogió dos placas como familiar de represaliados. Aunque este rotativo intentó ayer contactar con Pérez y recoger su versión, no fue posible.

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