El temporal de los últimos días ha dejado varios casos en El Camp de Morvedre donde se llegó a rozar la tragedia y sólo por suerte no ha habido que lamentar más daños.

Un coche fue arrastrado por el río Palància cuando su conductor intentaba atravesar el badén inundable situado en Alfara de la Baronia. Aunque, al final, pudo salvar la vida, el turismo se quedó flotando en el agua, con las luces encendidas y a la deriva.

El hecho ocurrió el sábado a primera hora de la tarde en un tramo utilizado como atajo entre la carretera que va a Vall d´ Uixò y el pueblo de Alfara. Antes de cruzar el cauce, una señal de gran tamaño advierte en ambos márgenes del río de que se trata de un badén inundable. Sin embargo, un conductor hizo caso omiso cuando iba en dirección a Alfara y acabó en apuros, además de perder su coche.

El alcalde, Carlos Herrera, admitía a Levante-EMV que «podía haber habido perfectamente una desgracia». Además, reconocía «no explicarse» cómo el conductor «se atrevió a cruzar cuando era evidente que estaba lloviendo todo el día, los medios de comunicación alertaban del peligro y hay señales que avisan de que no se debe pasar con agua». Por ello, hacía un llamamiento tanto a respetar las señales como la responsabilidad. «En cuanto me lo comunicaron fui yo mismo con un operario a colocar vallas y cintas para que nadie más pasara, pero es que la gente debe hacer caso de las señales y actuar con sentido común», se quejaba.

Efectos del viento

Las fuertes rachas de viento también han derribado en los últimos días árboles de gran tamaño en distintos puntos de la comarca sin que, afortunadamente, haya habido que lamentar heridos.

En la plaza más céntrica de Sagunt, un enorme pino canario se desplomó y cayó hacia la misma Glorieta cerca de las 6 de la madrugada de ayer, sin que nadie pasara por la zona. Esto provocó daños en una farola y obligó poco después a talarlo en su totalidad. Desde la empresa municipal SAG, que se encarga de la jardinería, se justificaba esta decisión en que el árbol «se había roto en muchos trozos al caer y era imposible recuperarlo asegurando al mismo tiempo la seguridad para los viandantes». Como explicaron a preguntas de Levante-EMV: «Por mucho que hubiéramos puesto una estructura metálica, al estar la tierra tan mojada y haberse quedado todas las raíces al aire, no se podía garantizar su estabilidad; algo imposible en una plaza pública».

También en la subida al Castillo cayeron varios árboles sin ocasionar daños personales. Al menos uno era de gran tamaño e interrumpió el acceso al monumento durante algunas horas, si bien éste estaba cerrado, como ocurre todos los lunes.

Otro pino incluso movilizó este fin de semana a diversos operarios, ya que cortó la única carretera que da acceso a Sant Esperit y se trabajó el mismo día para reestablecer el tráfico.

En Canet d' En Berenguer, la sección de jardinería tuvo que emplearse a fondo pues cayó una palmera de gran tamaño, además de otros árboles de menor porte, como confirmó el alcalde, Leandro Benito.