La dureza del trabajo en la antigua siderurgia saguntina queda reflejada de forma clara en la muestra «Alts forns: un monstre d'acer i suor» que se puede ver en la casa de Cultura del Port de Sagunt. En un intento de reconocer el esfuerzo de los casi 7.500 trabajadores que tuvo la siderurgia, la muestra está integrada por fotografías tomadas en todo aquel gigante, desde el principio de la construcción del embarcadero y de las instalaciones de briquetas y nódulos en 1905.

Se trata de una selección de 62 fotos tomadas en las instalaciones que ha escogido el comisario de la exposición, Pepe Vila. De ellas, el 85% son inéditas pues, según explicaba, hasta ahora, no se había hecho ninguna muestra centrada tanto como ésta en esas tareas casi anónimas pero indispensables para hacer posible el nacimiento y expansión de aquel complejo. «He querido recoger fotografías de la fase industrial de la construcción y montaje de grandes instalaciones siderúrgicas, entre los años 1947 y 1963: nueva batería de cok, granulador de escoria, ampliación del parque de carbones, ampliación del muelle comercial y grúas, nuevas máquinas de sintetizar, nuevo alto horno número 3, nuevos talleres generales y tres hornos Siemens», Vila. «Casi todas las que se han expuesto son de Rodríguez Velo, que fue fotógrafo en plantilla de la fábrica desde 1946, aunque hay al menos una hecha anteriormente por Luis Vidal cuando ese puesto no existía», apuntaba a Levante-EMV.

Además de mostrar imágenes del trabajo en muchos rincones de la fábrica, no faltan de Sierra Menera, de la reconstrucción del Horno Alto y de otras instalaciones, así como alguna de distintos lugares, como la cooperativa.

Todas las instantáneas son de una excelente calidad, como apuntaba Vila, «pues Martínez Velo era un profesional, que las hacía sobre placas de vidrio de 13 x 17cm, celuloide en blanco y negro y en color, así como en diapositivas».

Exposición que conmueve

Tras la inauguración de esta muestra que está enmarcada dentro de los actos del centenario de la siderurgia, el concejal de Cultura, José Manuel Tarazona, apuntaba «es una exposición que conmueve y permite conservar la memoria histórica más reciente».

Aunque la exposición se podrá ver hasta mañana por la tarde en la Casa de Cultura, Vila destacaba que el trabajo «ya queda hecho para otra futura muestra», a la espera de que al fin se haga realidad la puesta en marcha de un museo industrial; una obra que el consistorio prevé concluir en 2018, a falta de la posterior musealización.