El nuevo vicepresidente ejecutivo de Ford Motor Company, John Fleming, hasta hace poco máximo responsable de la multinacional del óvalo en el Viejo Continente, visitó ayer la factoría de Almussafes para revisar el lanzamiento del nuevo modelo C-Max, el monovolumen que realizará la planta valenciana en exclusiva para Europa y Estados Unidos. El programa de producción que maneja la compañía, unas 800 unidades diarias (de lunes a viernes) de los modelos de cinco y siete puertas, no será suficiente para atender la demanda que prevé Ford, por lo que la firma ha requerido más flexibilidad laboral de cara a hacer horas extras los fines de semana a partir del mes de noviembre.

Fleming, acompañado por el presidente de Ford Europa, Stephen Odell, y el nuevo director de Fabricación, Mike Flewit, mantuvo reuniones con responsables de la dirección de la factoría, que definieron el encuentro como una "visita rutinaria". Por su parte, el secretario general de la sección sindical de UGT, Carlos Faubel, central mayoritaria en la fábrica valenciana, confirmó ayer el inicio de conversaciones para mantener una reunión en los próximos meses de cara garantizar nuevas inversiones al finalizar los programadas hasta 2011, lo que ha permitido flexibilizar más la planta de montaje de cara a poder fabricar diferentes modelos. Ford también realiza en la actualidad el Fiesta y el Focus (este último hasta el verano de 2011). Esas nuevas inversiones tienen que ver con la versión híbrida del C-Max para 2012 y en 2013, la eléctrica, tal como avanzó la firma el pasado mes de mayo. El dirigente de Comisiones Obreras en Ford, Miquel Rosaleny, lamentaba el retraso en el lanzamiento del C-Max de siete puertas, que se hará durante noviembre por ajustes con los proveedores, mientras que el C-Max de cinco puertas está programado para el 18 de octubre.

Reparto de modelos y mercado de EE UU

Los planes de producción que maneja la compañía para los próximos meses incluyen la fabricación de hasta 800 unidades del C-Max, hasta 300 del Focus y 50, del Fiesta. En total, la carga de trabajo diario suma un máximo de 1.050 vehículos a finales de este mes. La mayor parte de estos coches se destinarán al mercado europeo, mientras que EEUU aglutinará alrededor del 20% de las unidades del C-Max, un porcentaje que evolucionará en función de la respuesta del mercado norteamericano. Un nuevo sistema de ensamblaje de motores aumenta la capacidad de la factoría.