J. M. B., Valencia

El entrenador del Levante UD, Giani De Biassi, otea el comienzo de la segunda vuelta de la Liga con nuevas preocupaciones. La crisis financiera y deportiva del club comienza a pasar seriamente factura en parte del vestuario, donde la temida desbandada de futbolistas anunciada hace un par de semanas se ha convertido en una seria amenaza. Entre los que quieren abandonar el barco por los impagos, los que incumplen las normas y los que se sienten fuera del proyecto porque el entrenador no cuenta con ellos, el grupo de futbolistas que está más fuera que dentro del proyecto asciende a nueve.

De momento, el club conoce que al menos dos futbolistas se quieren marchar porque no se fían a la hora de cobrar sus próximas nóminas. Son Storari y Cirillo -que ayer se despidió prácticamente de sus compañeros y tiene una oferta de Grecia-, mientras que su compatriota Riganò también está pensando seriamente en hacer las maletas. El carácter grupal de los italianos ya se ha hecho evidente en otros equipos como el Valencia o el Real Madrid en los últimos años. Son muy corporativos en estos asuntos.

Otro futbolista lleva tiempo estudiando su salida. Se trata de Viqueira, con quien apenas ha contado De Biasi. El gallego quiere jugar y tiene opciones de ir cedido al Cádiz o al Xerez, ambos de Segunda División. En parecida situación se encuentran Robusté y Manolo. Ninguno de estos tres está apartado, pero es evidente que el entrenador italiano no cuenta con ellos, con lo que en ningún momento se pueden descartar posibles salidas. Lo mismo ocurre con el delantero Arveladze. Una vez se ha recuperado de su lesión, De Biasi no ha dado señales de confiar en él. Geijo es el atacante elegido por el entrenador italiano. Y, por último, Riga y Savio continúan apartados del equipo por indisciplina tras alargar sus vacaciones, con el agravante, el primero, de plantar al entrenador días más tarde. Nadie sabe que pasará con estos dos jugadores, dos de los futbolistas con las fichas más altas de la plantilla.

El equipo volvió a los entrenamientos con una suave sesión de recuperación en las instalaciones del complejo La Calderona a la que no acudieron Manolo, Robusté, Viqueira, Storari, Riga y Savio, quiénes se entrenaron en la ciudad deportiva de Buñol y los tres primeros jugaron con el filial un encuentro amistoso con el Excelsior de la primera división belga.

Vista la situación, el futuro se presenta con positivas expectativas para los jóvenes del filial. Pepe Pla, Tejera e Iborra ya fueron convocados para el derbi.