Uniendo las virtudes que hace patente el cine del realizador italiano Paolo Virzi y la talla profesional de dos actores de la envergadura y madurez de Helen Mirren y Donald Sutherland, no podía salir nada que no fuera brillante y singular.

Si el cineasta ya ha dado muestras de su categoría en títulos como 'Caterina se va a Roma', 'La prima cosa bella', 'El capital humano' y 'Locas de alegría', que han cosechado numerosos galardones internacionales, los actores figuran por derecho propio entre los más reconocidos del momento, ganador él de dos Globos de Oro y ella de un Oscar.

Los dos, además, se compenetran a la perfección en esta historia que nos invita a ser testigos del último viaje de Ella y John, que a pesar de que ya les pesan los años y la salud se tambalea, no renuncian a vivir solos y a bordo de una mítica caravana con la que han recorrido Estados Unidos, la mejor aventura que podían imaginar.

Basada en la novela de Michael Zadoorian, solo la constancia del director ha permitido que el texto se haya llevado a la pantalla sin traicionar para nada su contenido y el sentido de las imágenes. Es más, no se doblegó ni siquiera ante los productores norteamericanos, hasta el punto de que se marcó un farol en la última carta con una jugada imposible, la de que solo rodaría la cinta si los protagonistas fueran el actor canadiense y la actriz inglesa.

Y ante su asombro, ambos aceptaron el reto y se unieron a él con entusiasmo. En apenas dos semanas ya estaba el equipo, la mitad del mismo italiano, preparado para empezar. Era el debut de Virzi en el cine en inglés y los resultados han sido más que satisfactorios.

Con un gran sentido del humor y de la ironía, y con un guion muy elaborado en el que han intervenido cinco notables profesionales, la 'road movie' va calando profundamente en el espectador, que se divierte ante las peripecias de esta pareja de veteranos, pero que nunca pierde de vista el drama que bulle debajo de lo que podría ser una comedia romántica de la tercera edad. Pero, por encima de todo, está el amor que les une, que se ha asentado con los años hasta el extremo de que solo entienden la vida si están juntos.