Pablo Torrijos (Castellón, 1992) vivirá su estrenó olímpico en Río de Janeiro en un concurso de triple salto que puede ser la última gran cita del italiano Fabrizio Donato, que ha sido la gran referencia de este estudiante de criminología a la misma altura que el mítico Jonathan Edwards, que posee desde 1995 el récord del mundo con 18,29 metros. «Es muy difícil elegir y aunque por historia y por el récord, diría que Edwards, Donato va a ir a Río con 40 años y a él lo he conocido de cerca y he competido con él. La admiración ha sido de cerca», explicó a Efe.

«Para mí es un sueño porque van a ser sus últimos Juegos y para mí los primeros. Competí con él en el Europeo de 2014 en Zúrich pero en los últimos campeonatos no hemos coincidido porque tenía las marcas pero ha tenido lesiones. Ahora parece que va a ir y que será su despedida. Tengo mucha ilusión de competir con él y de verlo saltar y espero que salte mucho», apuntó.

Esa admiración llevó a Torrijos a Italia para entrenarse junto a Donato una semana, una experiencia que le permitió entender «las etapas que tiene el atletismo». «Yo estoy en un momento en el que tengo que entrenarme mucho y aprender lo que me va bien, lo que es bueno para mi cuerpo y me sienta bien. Él, en cambio, está en otra y ya no tiene que machacarse sino hacer lo que le hace estar bien, no debe entrenarse tanto», explicó.

Aunque fue el primer español en pasar la barrera de los 17 metros, Torrijos sigue su particular búsqueda del salto perfecto. «El triple parece que sólo sea saltar pero la carrera es más del cincuenta por ciento. Ya puedes hacer el salto de tu vida que si no has hecho una buena carrera te queda en nada y al revés, una buena carrera te puede arreglar un salto normal», añadió.

Formado en la cantera del colegio Diputación de Castellón, ahora estudia un Grado en Criminología y Seguridad y espera ser policía o funcionario de prisiones. «Todos esos trabajos suponen ayudar a la sociedad, al ciudadano a que tenga una vida mejor, no sólo más segura, que también. Y el trabajo de funcionario de prisiones también. Ayudas a que las personas que tienen que pasar unos años en la cárcel saquen partido de ese tiempo», concluyó.