Creo en la libertad de pensamiento, en participar de la política desde la pluralidad y la independencia, en exponer puntos de vista desde la diversidad con la intención de sumar. No creo en los partidos con un discurso único y con la «borregà» militante aplaudiendo, no creo en la política de oír, sin escuchar, y callar sin opinar. Creo en los ideales y en las personas que expresan su voluntad priorizando el sentido común, no creo en una militancia que solo sirve para llenar actos, que es una cuota o un número de carnet y son dóciles al servicio del que manda.

Parece que la estrategia del actual gobierno central es defender su mala gestión de la crisis como gato panza arriba demonizando y filtrando las corruptelas del contrario, midiendo muy bien los tiempos... cagada que hago, (perdonen ustedes), telefonazo que filtro. Si fuera de una multinacional de telefonía propondría una publicidad asegurando que mis teléfonos son imposibles de pinchar. Éxito garantizado.

Estamos ante la dicotomía actual de o vacua gestión económica, más otro desprecio a la Comunitat en los PGE contra supuestos claroscuros en la financiación. ¿Y qué piensan tanto EU, como el Bloc o el Compromís?, ni chicha ni llimonà..., No les he oído ningún argumento donde se prime el sentido común y que vaya dirigido a la totalidad de la sociedad valenciana, son altavoces para sus propios gethos.

La postura de los socialistas de Alarte me recuerda a la campaña del Bloc de «Adéu PP» que usaron en las pasadas autonómicas. Campaña que estadísticamente no tuvo ningún resultado político. Un discurso ANTI-, sin aportar nada que no sea el menosprecio del rival. Pienso que el PSPV sin el PP se quedaría huérfano argumentariamente hablando... igual que el Bloc y demás siglas minoritarias.

Recomendaría al socialismo valenciano cambiar hacia una estrategia de argumentos constructivos, dejando la oposición cizaña, porque después el tiempo pone a cada uno en su sitio y sin mirar mucho atrás el socialismo en corrupción también tiene mucho que callar; Elche y sus facturas, Alaquás con un ayuntamiento endeudado hasta las cejas, Redován con contrataciones familiares, la moción de censura en Benidorm, Catral y su urbanismo, como también en su día el Ontinyent gobernado por el PSOE con sus 5 mil chalés ilegales, y a nivel nacional me viene la subvención millonaria a la empresa de la hija de Chaves, una cantidad que equivalía al total de dos años del total de su facturación, el caso Astapa en Estepona con una contratación masiva de militantes socialistas o por ejemplo el caso Faisán que afecta a Interior, donde se pondría en jaque el actual estado de derecho... son solo ejemplos que evidencian muchas cosas.

Jordi Pujol demandaba en uno de sus libros una sociedad responsable, yo creo que ya es el momento. El ensayo de Hayek más reconocido, gurú del liberalismo político y económico, se titula Camino de servidumbre, esa debe ser la máxima del gestor público servir a la sociedad, no servirse de ella. Estoy cansado de una política de tirarse los trastos a la cabeza, de una militancia sirviente con sus mandos y un si yo soy malo tú lo eres más.¡Responsabilidad y opinión ya, que pensar es gratis!