Guitarristas borrachos de fin de semana, rastas evolucionando con antorchas, perros de okupas ladrando, okupas berreando, «colgaos» roncando, artistas de la pintura en el suelo, artistas del alambre, vendedores de cerveza, japoneses que siguen a una guía con altavoz, tunos trasnochados de paso hacia el Carmen, tambores de guerra de lesbianas, festival de visionarios, festival de inmigrantes de Blasco, festival de danza, ofrenda de flores, casetas de churros y buñuelos, locos por los monopatines tropezando con las escaleras, fin de las manifestaciones de profesores cabreados, de manifestantes contra la guerra, contra el hambre en el mundo, contra el genocidio de Armenia, contra la venta de pieles de animales, contra la corrupción en Valencia, representaciones del Corpus, de «miracles» de San Vicent, despedidas de soltero, padres de familia separados… demasiado para poner orden en la plaza de la Virgen.