El Congreso de los Diputados tiene previsto debatir hoy el proyecto de ley de Almacenamiento Geológico de Dióxido de Carbono. Hace dos años, el Gobierno inició los estudios para buscar en la geografía española los repositorios más adecuados para esta práctica, que consiste en captar el CO2 emitido por las instalaciones industriales y transportarlo a un emplazamiento subterráneo donde confinarlo «permanentemente». El proyecto despertó recelos entre las organizaciones ecologistas y en el PP valenciano, que no vio con buenos ojos la inclusión del Maestrazgo y una amplia zona de la provincia de Alicante como suelos geológicamente idóneos. Sin embargo, disponer de un almacenamiento de estas características próximo a los centros emisores de CO2 será, sin duda, un factor de competividad para las empresas. Para los ecologistas y partidos como Esquerra Republicana- Izquierda Unida -Iniciativa per Catalunya Verds, que han presentado una enmienda a la totalidad al proyecto, la propuesta no resuelve el problema, solo lo enmascara, escondiendo el Co2 bajo la alfombra y en un escondite que consideran «poco seguro». El problema, apunta el Gobierno, es que sin esta y otras iniciativas similares, cumplir con la reducción en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero asignada a España es un imposible.