El conseller de Economía y Hacienda, Gerardo Camps, tiene en la mesa de su despacho el informe elaborado por el grupo de sabios pactado por los grupos parlamentarios de las Corts y que concluye con una categórica advertencia: Una insuficiente financiación del Estado y el desplome de los ingresos provocado por la actual coyuntura económica están poniendo en peligro el estado de bienestar en la Comunitat Valenciana, y sólo una urgente solución al déficit de fondos puede salvar el mantenimiento en la prestación de servicios básicos, como la sanidad o la educación. El llamado modelo Zaplana de financiación autonómica situó la Comunitat Valenciana en el furgón de cola, en cuanto a la captación de fondos por habitante procedentes del Estado, y el nuevo modelo, que entró en vigor en 2009, sólo supuso una leve mejoría. Pero no es ese el único problema que hay que resolver. Los expertos designados por las Corts han llegado a la alarmante conclusión de que la valenciana es una de las comunidades autónomas que menos recursos dedica a la financiación de servicios públicos básicos, como la sanidad o la educación. Los grupos parlamentarios podrán conocer el informe del grupo de sabios a su regreso a la actividad el próximo mes de septiembre y están obligados a pactar una posición consensuada para negociar con el Gobierno central, pese a que la posibilidad de variación de las reglas del juego es remota, pero el Consell debe hacer una seria reflexión acerca de las prioridades de su acción de gobierno.