Ya estamos otra vez con la ira en la calle a cuenta de las víctimas asesinadas por ETA; siguen en la faena manipuladores profesionales, mezclándose a codazos por la foto con los familiares en manifestaciones como la del sábado, la enésima que montan para bramar contra Zapatero con la bandera de España de nuevo secuestrada para sus fines. Para muchos, las víctimas sólo son el pretexto que agitan como espantajo contra quien más ha progresado en la lucha contra ETA en decenas de años, que por más que les pese es el actual Gobierno de España. Piden respeto y memoria quienes —con justicia— están hartos de lo uno y lo otro; que nos digan a nosotros lo que es pedir memoria para gente asesinada. Por supuesto que apoyamos a los familiares de los centenares de muertos por ETA; pero veo esposas, padres, hermanos, hijos y ¿amigos? de esos infortunados caídos siendo socialistas, populares o simplemente porque pasaban por allí, y los veo víctimas de la ira; quienes más apoyo tienen sólo muestran odio y rencor que alguien manipula, fomenta y amplifica.

Es increíble el eco que tienen familiares de dos mil víctimas frente a la invisibilidad de otros familiares de casi doscientas mil víctimas tan españolas como aquéllas, tan asesinadas como aquéllas, pero éstas desaparecidas por cunetas y barrancos de toda España sin que los jueces que van a condenar a Garzón nunca se hayan dignado interesarse por ellas. ¿Cuántos de estos manifestantes han mostrado alguna vez comprensión hacia otros familiares que crecieron siendo víctimas de la exclusión y la pobreza y que, por contra, lo único que muestran es humildad y resignación?

Apoyamos a la AVT cuando pide memoria y respeto por sus víctimas, pero echamos de menos ese mismo respeto para las víctimas del asesino contra el que nació la banda de asesinos ETA, que merecen la misma justicia para que España no sufra la vergüenza de seguir teniendo en sus adentros doscientos mil desaparecidos. Los medios y sectores tan sensibles y colaboradores con las iniciativas de la AVT silencian todo lo concerniente a la memoria de los desaparecidos del franquismo, muestra de la falta de igualdad para todas las víctimas; las manifestaciones a costa de las víctimas de ETA, aun a riesgo de seguir reventando España en temas tan sensibles para la convivencia, también sirven para señalar a ETA evitando que nadie se fije en quiénes mataban a aquellos doscientos mil y de paso seguir gritando contra el Gobierno bajo banderas que debieran ser de todos.

Ansón dice que los de la Memoria Histórica robamos; otros, endiosados, nos llaman cosas peores cobrando beneficios con cada línea que escriben. No quieren a estas víctimas; para ellos sólo existen las más cómodas de ETA. Nosotros seguiremos trabajando gratis por aquellas doscientas mil víctimas españolas olvidadas y sus silenciosos familiares que nunca tuvieron indemnizaciones, estancos ni carreras pagadas, para que las víctimas, todas las víctimas, tengan el mismo respeto y amor de su país.

Coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica. Fundació Societat i Progrés