Va a abonar la Administración lo que adeuda a los centros educativos de la partida de Otros gastos? ¿Creen que los centros se pueden mantener durante mucho tiempo? ¿Saben que de la ahí se hace efectivo el salario del personal administrativo y subalterno? Tres preguntas a las que la Administración parece no tener respuesta.

Todos somos conscientes de estar viviendo una auténtica pesadilla. Las buenas noticias escasean. Todo son recortes. Ahora es Cataluña con su plan de ajuste y nuevos recortes. Recortes, recortes, recortes… Palabra maldita que no quisiéramos ni oír, al igual que paro, crisis, agencias de calificación, prima de riesgo… Y otras de las que todavía no hemos oído hablar y que seguramente en poco tiempo pasarán a formar parte de nuestro vocabulario.

Y mientras tanto, es el pueblo llano es el que padece las inclemencias de una situación económica que no ha generado. Si miramos al pasado, ya en tiempos de Felipe González se nos hablaba de «apretarnos el cinturón», hasta que llegó un momento en que al cinturón ya no le quedaban ojales para apretar. El pueblo siempre sufre la incompetencia de los políticos, de los banqueros y de todo el sector financiero. Políticos, banqueros y financieros que no sufren en sus carnes la situación de crisis. Es fácil aceptar un recorte de salarios del 10% cuando los salarios son elevados, pero al pobre mileurista le es imposible superar una bajada de salario del 5%, añadiendo los incrementos que se producen en la mayoría de productos, servicios, tasas e impuestos. Incrementos lineales en unos casos y totalmente injustos. Incrementos porcentuales en otros, que ahogan una y otra vez a los más débiles y asustan a todos.

El miedo es mal consejero para la economía. Se incrementa el paro y se tienen dudas sobre el futuro laboral y económico. ¿Están garantizados los salarios de las personas que trabajan para el sector público? ¿Se garantizan las prestaciones y los conciertos a la enseñanza, la sanidad, las personas mayores, los dependientes, etcétera? Nadie sabe, nadie contesta, salvo para anunciar recortes y más recortes.

Solo se incrementan las prestaciones por desempleo y subsidios. Y a esto en algún momento se le ha definido como presupuesto social. Pura mentira. Situaciones nuevas requieren nuevos planteamientos y soluciones. Hay que cambiar el paradigma. En lugar de pagar desempleo, ayudemos a las pymes para que mantengan los puestos de trabajo, con disminuciones en las cuotas de la Seguridad Social y en los impuestos. Ayudemos a que se implanten empresas industriales en nuestros polígonos, con ayudas y exenciones. Es hora de que los ayuntamientos hagan algo para salvar la situación, no pueden permanecer impasibles.

La cuestión es grave y las situaciones graves se afrontan. El paciente se muere y hemos de salvarlo. Salvar la situación y generar empleo, generar riqueza y que la gente, el pueblo gaste porque tenga la situación económica clara. Es hora de buscar soluciones valientes a la situación actual. Solo venceremos si consiguimos aplicar soluciones creativas a los problemas.

Secretario general de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza