Meses después de que el presidente de la Diputación de Valencia manifestase que a su juicio la institución no debía tener bajo sus competencias ningún museo, el área de Cultura del ente que preside Alfonso Rus prepara una reordenación de toda su parcela museística. El objetivo pasa por unificar la gestión de todos sus centros en una especie de resucitación de la Xarxa de Museus impulsada en su día por Manuel Tarancón, tal que sea un político quien la dirija y la gestión de cada museo quede en manos de técnicos. De esta forma se pretende diseñar una política coordinada frente a las actuaciones dispersas e inconexas entre los diferentes museos que se llevan hasta el momento. Los primeros pasos de esta nueva política fueron el relevo del director del MuVIM, Javier Varela —quien se quejó de las intromisiones «políticas» en su trabajo— y de la directora de la sala Parpalló, Ana de Miguel. Y de manos de esa unificación de criterios llegará previsiblemente un nuevo cambio de rumbo en ambos espacios, mientras que parece que no se abordarán en el centro de la Beneficencia. En el caso del MuVIM —cuya exposición permanente necesita de una urgente revisión— se trataría de otro cambio que sumar a los que ya ha sufrido en sus últimas etapas y que han perjudicado su imagen y su presencia en los circuitos museísticos. El plan de la Diputación de Valencia, sin embargo, verá la luz en plena época de recortes, por lo que obligará a sus diseñadores a un ejercicio de imaginación para conseguir un resultado digno de los espacios gestionados por la corporación provincial.