Como segunda parte del artículo de hace unos días, me voy a referir a otra salida de campo que hago habitualmente con mis alumnos. Todo el mundo está acostumbrado a que, cuando se habla de riesgos en el área mediterránea, se haga referencia al riesgo de inundación en el litoral. No obstante, me parece interesante mostrar también los otros riesgos a que está expuesto el interior, rural y urbano, y también cómo acaban influyendo en el litoral. En primer lugar, visitamos el polígono Santiago Payá, en Alcoi, que, por culpa de una mala planificación, se ubicó de forma inadecuada en una zona de riesgo de deslizamiento por lluvias torrenciales y/o prolongadas, en la que además se rompió la estabilidad al convertir varios bancales en un único talud, taponando además los barrancos. En los últimos años, como consecuencia de todo esto, se han tenido que hacer constantes reparaciones, en especial en los accesos, que hipotecan las iniciativas de este polígono. En segundo lugar, también en Alcoi, visitamos el llamado «pantano de McDonalds», ya que esta hamburguesería se ha colocado cerrando la salida a un barranco, reclasificando lo que antes era (nunca debió dejar de serlo) una zona verde. Posteriormente, se visita el núcleo urbano de Benillup, donde varias casas están en claro peligro por culpa del avance del barranco de Caraita. A pesar de contar con un proyecto que, por un millón de euros, podría estabilizar en parte este barranco, sus poco más de 70 habitantes carecen de peso demográfico y político para hacerse oír, en espera de que un día de lluvias abundantes suceda lo que se supone que nadie desea. Por último, en la Vall de Gallinera se muestra como el abandono del espectacular aterrazamiento de este angosto y verde valle mediterráneo, ha provocado incendios y grandes desprendimientos de rocas in situ, que pueden estar en el origen de avenidas fluviales más destructivas en el litoral de la Marina Alta, como la que se llevó el puente de Beniarbeig en octubre de 2007. En definitiva, sólo es un ejemplo valido para otras áreas de que el interior también existe en el mundo de los riesgos.