El deficitario sistema de financiación autonómica ha sido un argumento recurrente de la Generalitat Valenciana en sus reivindicaciones ante el Gobierno central. Se le achaca gran parte de la responsabilidad de la actual ruina de las arcas autonómicas. Y la liquidación correspondiente al año 2010 hecha pública por el propio Ministerio de Hacienda vuelve a avalar con datos ese déficit: cada valenciano recibió 229 euros menos en recursos del Gobierno central que la media española. De modo que los valencianos se sitúan los terceros por la cola, con 2.332 euros per cápita, tan sólo por delante de canarios y murcianos. Lo que significa que la Comunitat Valenciana perdió 1.145 millones de euros en 2010 por esa insuficiente financiación. En el período comprendido entre los años 2002 y 2009, la pérdida ascendería a prácticamente 9.000 millones.

Todos los partidos políticos representados en las Corts consideran necesario reformar el vigente sistema, pero la reivindicación por parte del Consell ha entrado en vía muerta tras la llegada del PP a La Moncloa y ante las estrecheces presupuestarias que afectan también a la Administración central. Sin embargo, es obvio que estas cifras obligan a revisar en cuanto sea posible el reparto de la financiación entre las comunidades autónomas. Aunque ello no puede servir, no obstante, para excusar los excesos en la gestión llevada a cabo en los últimos lustros por el Ejecutivo valenciano. Pero el equilibrio en la financiación es uno de los pilares de ese sistema autonómico que ahora algunos pretenden poner en cuestión esgrimiendo, precisamente, argumentos económicos.