Superado el debate público sobre la necesidad de prorrogar la ayuda de los 400 euros a los parados que han agotado cualquier prestación o subsidio por desempleo, resulta revelador conocer los últimos datos de la Agencia Tributaria sobre declaraciones del IRPF. Casi la mitad de los valencianos declara ingresos inferiores a 12.000 euros brutos anuales, mientras que siete de cada diez contribuyentes ingresó un sueldo «mileurista». La gravedad de la crisis económica también cae sin duda sobre las espaldas de los asalariados, con un sueldo medio de 17.371 euros anuales en la Comunitat Valenciana, y revela también que el porcentaje de contribuyentes valencianos con rentas inferiores es cinco veces superior a la media española. En concreto, en la autonomía hay un 71,23 % de la población que ingresó menos de 21.000 euros según constata la estadística oficial que acaba de publicar la Agencia Tributaria. Mientras aumenta el malestar social en la calle por los recortes del Gobierno central y del Consell, la radiografía del IRPF de Hacienda muestra un claro empobrecimiento de los ciudadanos mientras el desempleo no deja de aumentar en todos los sectores de actividad. A la vista de la situación, parece acertada la decisión del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy de extender la citada ayuda de 400 euros a los desempleados que han agotado cualquier vía de ingresos. Sin duda, la presión y las críticas de los partidos de la oposición han sido decisivas en este cambio de actitud del Gobierno central para paliar la situación que sufren miles de familias sin recursos. Con todo, es hora de que el INEM tome cartas en al asunto y la ayuda a los parados incluya auténticos planes de formación que permitan a los desocupados insertarse en el mercado laboral.