La emigración valenciana se ha disparado un 46,4 % en cinco años. La elevadísima e insoportable tasa de paro juvenil que sufre nuestra comunidad autónoma es la principal razón que explica esta diáspora. Lejos de moderarse en el último año, cuando el Gobierno sitúa los primeros síntomas de recuperación económica, la salida de valencianos al exterior aumentó significativamente en 2013. Una media de 26 valencianos al día hicieron las maletas para buscar mejores expectativas lejos de sus casas.

Europa sigue siendo el destino principal de los valencianos que, desesperados por el estancamiento del mercado laboral, emigran hacia otros territorios. Francia, Reino Unido, Alemania y Suiza son los países preferidos. Argentina, Ecuador y EE UU también acogen a miles de compatriotas, aunque quepa matizar que el importante porcentaje de ciudadanos que viajan hacia Latinoamérica está condicionado por el retorno de emigrantes que lograron en nuestro país la nacionalidad española.

Junto a los destinos clásicos, aparecen nuevos rumbos cada vez más apreciados por los trabajadores valencianos. Los Emiratos Árabes y China han multiplicado la presencia de paisanos. El territorio emiratí ha triplicado la colonia valenciana y en Noruega, China, Finlandia, Austria, Dinamarca y Rusia ha llegado a duplicarse.

Alrededor de 32.000 valencianos se han marchado en los últimos cinco años. Muchos de ellos son jóvenes muy bien formados. Perdemos talento, una opción muy arriesgada.