Sin necesidad de coger el Delorian y volver al pasado, ahora que ya estamos en el futuro, hay una serie de estudiosos del clima más que conocidos. Pero el más desconocido de esta eminente lista es el más nombrado: Marcel-Henri Gaussen. Botánico, biogeógrafo, cartógrafo y uno de los científicos a los que se le considera fundador de la fitogeografía. Autor de 500 libros, mapas y artículos, es conocido por su índice y el diagrama ombrotérmico que se deriva del mismo. Un mes será seco cuando la precipitación quede por debajo del doble de su temperatura. Complicado que una fórmula tan sencilla sobre las dos variables básicas del clima aporte tanta información y de forma instantánea. Prácticamente cualquier alumno ha tenido que hacer algún climograma de Gaussen, ya no solo como entretenida práctica de clase, sino en el ambiente más tenso de un examen, incluida la temida Selectividad. Resulta de un gran interés ver los meses secos, pero no solo de una estación meteorológica, sino sobre un vasto territorio, algo relativamente sencillo con las bases de datos climáticos (más o menos acertadas) y un sistema de información geográfica.

En el caso de Europa, el año comienza con una vasta extensión oriental en la estación seca. El dominio más profundo de los climas continentales, ampliado hacia el oeste en las cordilleras. Dicha extensión retrocede hacia la primavera, mientras que crece por el sur, de momento todavía en suelo africano. En abril, apenas los Alpes y el norte escandinavo tienen un mes seco. En mayo empieza la invasión de los meses estivales secos por el sur, alcanzando su máxima extensión en julio. En octubre, la sequedad se ha ido por el sur y empieza a crecer a partir de los Alpes para volver a invadir el este y las montañas. Johannes Badrutt apostó sobre seguro.