En España la derecha es más extremosa porque, al contrario de Francia e Italia, aquí no tenemos un partido de extrema derecha de modo que a veces el Partido Popular tiene que aceptar los criterios ultra, como se ve en la legislación sobre el aborto que mantiene el permiso de los padres para que las adolescentes puedan abortar.

La derecha suele ser más rural que urbana y menos escolarizada que los partidos progresistas. Es conservadora en dos sentidos, aprecio por la tradición y miedo al cambio. Su sentido de la lealtad grupal es grande.Por eso no le ha pasado tanto la factura al PP por la corrupción. La izquierda es más autocrítica.

En España todavía hay muchos franquistas, incluso entre los jóvenes, como se ve por la pervivencia de la Falange.

No obstante hay una derecha moderna, defensora del capitalismo, al que protege y defiende contra los avances laborales.

Después de un largo período de gobierno del Partido Popular, estamos en vísperas de presenciar un debate parlamentario, que muy probablemente situará a la derecha en la oposición. Será interesante observar como se comporta en esa situación.