Una investigación reciente ha demostrado que cuando la Luna está más cerca de la Tierra incrementa la atracción gravitatoria del satélite de nuestro planeta hacia los objetos de la Tierra, y que ayuda a incrementar la amplitud de las mareas en los océanos, y esto impide que parte de la precipitación que cae de las nubes llegue a la superficie terrestre. Este estudio ha demostrado que el 1 % de la precipitación se evapora antes de llegar al suelo del planeta como consecuencia del efecto de la Luna. Así la Luna no sólo influye en las mareas de la Tierra que son más fuertes cuando hay luna llena o luna nueva, y más débiles cuando hay luna creciente o decreciente, sino también aunque débilmente en el clima terráqueo, al menos en las precipitaciones .