Las abundantes precipitaciones que han caído esta primavera en la mayor parte de España, junto con la ausencia de grandes advecciones cálidas y frías, han hecho que esta primavera no se hayan producido grandes calores o grandes fríos hasta el día 6 de junio. Hasta este día todavía no se había llegado a 30 ºC en la ciudad de Girona, cuando otras primaveras este valor ya se había superado varios días. La ciudad de Burgos no superó los 20 ºC por primera vez este año hasta bien entrado el mes de abril. Después de un invierno más cálido que la media, esta primavera ha tenido unos parámetros térmicos mucho más similares a los valores climáticos. Este mes de mayo se han producido varios récords, pero no de calor, sino de lluvia acumulada en varias localidades de la mitad oeste y sur de la península ibérica. Pero también en Cataluña, en general, ha sido un mayo lluvioso. En Banyoles ha llovido 166 mm y ha sido el sexto mayo más lluvioso desde 1950.