Llega el 20 de noviembre, Día Universal de la Infancia, fecha dedicada a todos los niños y niñas del mundo y es un día para celebrar los logros alcanzados en materia de protección y derechos de los más pequeños, pero sobre todo es un día para comprometernos con la infancia, para concienciarnos del enorme valor social de los más pequeños, porque los niños son y serán siempre los protagonistas principales en la evolución y sostenibilidad de cualquier sociedad.

No es cuestionable; gobierno y sociedad tenemos que comprometernos con nuestros niños porque son la clave del futuro. Debemos desarrollar sin miedo políticas defensoras de la natalidad porque estamos inmersos en el tan anunciado invierno demográfico, porque actualmente no hay garantía en nuestras pensiones y porque el bienestar de nuestros mayores es cosa de todos.

Debemos desarrollar mecanismos que garanticen, protejan y ayuden a que los niños puedan crecer sanos, desarrollarse en un entorno familiar adecuado y acceder a una educación de calidad. En definitiva, garantizar que nuestros niños puedan formarse y desarrollarse plenamente en la sociedad actual.

Y para que puedan darse estas circunstancias es imprescindible comprometerse en tres campos; en dar prioridad a las políticas de conciliación familiar y laboral (apostando por la flexibilidad en el horario y la seguridad en el empleo), invertir en la educación de los más pequeños (0-3 años) y que la sociedad y los políticos reconozcan y valoren públicamente el esfuerzo que realizan las familias con hijos.

En la actualidad somos las familias con hijos quienes, con mucho esfuerzo no solo económico sino de tiempo e implicación, estamos invirtiendo en infancia. Sin embargo, los beneficios de nuestra inversión son para todos. Las familias con hijos estamos aportando los futuros cotizantes y es de justicia que se reconozca nuestro aporte a la sociedad.

Así como también es necesario que se ofrezcan recursos a aquellas familias que libremente deseen aportar hijos a la sociedad y actualmente no lo hacen por falta de medios. Porque necesitamos niños, porque sin niños no hay sociedad y sin sociedad no hay futuro.