Cuando estás en el mar y observas que se acerca una tormenta, te preocupa la tormenta. Cuando la tormenta te alcanza, las preocupaciones ya son otras: que aguanten las drizas, las velas, el mástil€ otras. En sí, Trump dejó de inquietarnos el mismo día que tomó posesión. Ahora lo que nos atosiga es saber si resistirán nuestros gobiernos, nuestras democracias y nuestros nervios el huracán que el millonario ha lanzado contra el mundo.

Nada de lo imaginado es inimaginable. Cuando un científico se propone una vacuna contra el ébola, es muy probable que al poco se convierta en realidad. Cuando un gobernante emite un exabrupto social, también ese retroceso se incorpora a la realidad y al poco tiempo adquiere el formato sumiso y asumido de recortes en derechos, avales a la banca, desahucios, repatriaciones, muros, guerras y muertes. Ahora, incluso la derecha planetaria se muestra muy indignada con Donald pero quién sabe si el día de mañana no recogerá esta mies para su provecho. Este es el problema y por eso es absolutamente necesario que el presidente deje el cargo cuanto antes. Porque a esta velocidad nos coloca un holocausto Mad Max antes del verano.

¡Qué película más mala estamos viendo! El siglo empezó con las Torres Gemelas y continúa con el flequillo de Trump. Hay imágenes que ya no podremos evitar en nuestro cerebro. La del tupé dorado es una de ellas. Orgulloso, provocador, aurífero€ Donald Trump no mira, nos apunta con su misil amarillo.

Desde hace unos días, la Humanidad se siente en el tambor de una centrifugadora. Son encomiables y valientes todas las iniciativas de oposición que están surgiendo por aquí y por allá, sobre todo por allá. Pero me pregunto si no acabarán encendiendo más a la bestia. Es decir, si al final no provocarán que este hortera septuagenario interprete hasta la sobreactuación el guión de pesadilla que el destino ha escrito para él.

Gary Cooper nos salvó hace medio siglo enfrentándose a todos los malos en Solo ante el peligro. Ahora la escena ha cambiado. El sheriff es Trump, las víctimas somos todos los demás y la peli se llama Solos ante el flequillo. Corren rumores de que Gary ha comenzado a engrasar en el cielo su Colt 45.