El origen de algo o de alguien puede ser tan fácil como difícil de olvidar. Dependerá de cómo sea ese principio y de las ganas o no de volver a él. Ciudadanos es un partido político joven, de nuevo cuño. Su líder, Albert Rivera, en los inicios de su fulgurante carrera política, antes de la expansión nacional, se desnudaba ante los electores en aquellos carteles difíciles de ignorar.

Ciudadanos es un partido que empezó su andadura política sin ropa, como aquellos carteles. Hoy, diez años después, se ha vestido y desvestido ideológicamente tantas veces que, de alguna forma, está volviendo a esos orígenes de despojo. Se está quedando desnudo de proyecto político, de cargos públicos, de afiliados y como consecuencia de todo ello, también desnudo de credibilidad frente a la sociedad.

Tras la última Asamblea General, numerosos concejales y militantes están abandonando la organización. Sobre todo, por el giro ideológico a partir del cual han pasado de ser un partido de corte más socialdemócrata a liberal; lo que unido al apoyo que viene prestando al PP y, según dicen algunos de los disidentes, la falta de democracia interna, le hacen volver a ese punto de partida de la desnudez. Esto último llama poderosamente la atención puesto que las primarias y listas abierta siempre han estado entre sus premisas.

Son los riesgos y consecuencias de la indefinición. Probablemente, una indefinición calculada, intencionada y con una finalidad: captar el máximo número de votos a costa de lo que sea. Desde el desnudo del cartel de aquellos inicios hasta el propio ideario político. Esto último tan fundamental en una organización política realmente comprometida con la sociedad. Es lo que se conoce como partidos catch-all (atrapalotodo). Ciudadanos bien podría encuadrarse dentro de esta clasificación. De hecho, se definen como partido «constitucionalista, liberal, demócrata y progresista», que es como decir que son de derechas, de centro y hasta de izquierdas. Y así, da la impresión de que es la ansiedad por pretender ser todo lo que les está conduciendo a la nada, quedándose desnudos.