El pasado 1 de abril tuvo lugar una segunda edición de las jornadas organizadas por Ametse y por la sede de de Alicante de la U. A. para la divulgación de la climatología y la Meteorología, que versaron esta vez sobre el Mediterráneo como territorio de riesgo. Me tocó compartir cartel con dos figuras en estos temas, mi amigo y compañero, Francisco José Torres Alfosea, y el maestro y referente de la meteorología en España, Agustí Jansà y Clar. El primero centro su conferencia en hablar de los temporales marinos en el Levante español, tema del que es un consumado especialista. Torres abordó tanto los aspectos meteorológicos de las causas de estos temporales, esenciales sin duda, como, sobre todo, el problema de desconocimiento del territorio y alegalidad o literalmente ilegalidad en el que se incurre en estas cuestiones. Es cierto que estos temporales pueden ser terribles pero lo más terrible es la falta de definición legal práctica de lo que es costa y de lo que no, de lo que es dominio público marítimo terrestre. Una ley de costas mejorable, como la de 1988, ha sido empeorada por una ley de 2013, que no ha abolido ni mucho menos todos los preceptos de la anterior, pero ha modificado de forma interesada algunos, para mantener en la alegalidad numerosas construcciones metidas directamente en dominio público, entre ellos los propios paseos marítimos, azotados por temporales marinos "normales", y que todos contribuimos a reconstruir para que los turistas de sol y playa sigan acudiendo con normalidad. Por su parte, Jansá, hizo una magnifica disquisición sobre el Mediterráneo como sector favorable a los desarrollos ciclogenéticos. Se trata de uno de los territorios donde se pueden llegar a formar más borrascas a lo largo del año, aunque sólo algunas de ellas llegan a convertirse en borrascas maduras, capaces de generar graves repercusiones.

Demostró que, aunque muchas y pequeñas depresiones secundarias se pueden formar en este entorno sólo se desarrollan si vienen alimentadas desde fuera, sobre todo por las borrascas atlánticas, llegando en algunas ocasiones a desarrollarse más que sus "progenitoras", y puso muy en cuestión la existencia de los famosos "medicanes", entendidos como estructuras ciclónicas casi tropicales en el Mediterráneo. Por mi parte, intenté explicar la diferente forma de llover en las comarcas centrales valencianas, donde se pueden sumar torrencialidad y persistencia. Gracias a la organización por este encuentro.