Dénia ha visto cómo sus normas transitorias urbanísticas han sido anuladas por el Tribunal Supremo dejando a la ciudad sin ordenación urbanística. Xàbia impulsa un plan estructural con una importante reducción de suelo urbanizable, teniendo los interesados hasta el 8 de septiembre para alegar. Denia y Xàbia, dos de los destinos turísticos predilectos de la Comunitat Valenciana por su riqueza paisajística, sus playas, su gente y su oferta de ocio, son además noticia este verano por razones ajenas a las propias del periodo estival.

Dénia. La ciudad alicantina se ha quedado sin las normas transitorias de 2012 que debían regular el urbanismo de este municipio alicantino hasta que se apruebe un nuevo plan general municipal. El Tribunal Supremo ha apreciado defectos en el procedimiento seguido para la aprobación de estas normas transitorias que ahora se habrán de tramitar de nuevo por la Generalitat en tiempo récord a fin de rellenar el enorme hueco normativo creado.

A la espera de que sean aprobadas esas nuevas normas transitorias, el panorama del urbanismo de Dénia no es el más deseable. La sentencia del Tribunal Supremo conllevó implícitamente que resurgiera el planeamiento de la ciudad de 1972, ante lo cual ha reaccionado recientemente el Consell dejando dicho plan sin efecto por la inseguridad que para la Administración y los operadores pudiera generar su renacimiento desde el momento en que el modelo territorial y características de un planeamiento del último cuarto del siglo pasado no parece a priori susceptible de dar respuestas a las necesidades territoriales de 2017. Sin contar con que la normativa bajo la que se formuló ese planeamiento de 1972 no tiene nada que ver con la legislación urbanística autonómica en vigor.

Si bien es verdad que puede ofrecer cierto respiro la regulación estatal y la jurisprudencia en materia, por ejemplo, del suelo urbano -lo es aquel que cuente con todos los servicios urbanísticos básicos conectados a las redes municipales- o del suelo no urbanizable protegido -lo es aquel con valores singulares que lo hagan digno de protección- parece indiscutible que no va a resultar suficiente para sobrevivir sin al menos unas nuevas normas transitorias que cubran la situación de vacío normativo actual. Vacío que, en realidad, solo podrá ser sanado definitivamente cuando se tramite y apruebe su nuevo planeamiento general.

Xàbia. Precisamente un nuevo plan general para su municipio es lo que ha impulsado el Ayuntamiento de Xàbia en fechas recientes.

Utiliza para ello la figura del plan general de ordenación estructural. Un tipo de planeamiento original de nuestra legislación urbanística, siempre creativa e inspiradora de otras normativas autonómicas. Frente a la regulación tradicional de los planes generales exhaustiva y comprensiva de todos y cada uno de los parámetros urbanísticos aplicables en un territorio concreto -lo que dificultaba y alargaba su elaboración y tramitación- estos nuevos planes estructurales se limitan a definir el modelo territorial y los elementos vertebradores de la ordenación de la ciudad, dejando las determinaciones de detalle a futuros planes de ordenación pormenorizada. Esto busca la simplificación, la flexibilidad y la celeridad en la tramitación y aprobación de los ejes estratégicos que van a definir el territorio municipal, sin perjuicio de que se pormenorice su ordenación más adelante, ya sea en todo o en parte.

En el caso de Xàbia destacan entre los ejes estratégicos de su plan estructural la consolidación de zonas ya desarrolladas, la recuperación de los valores de la arquitectura mediterránea y el control del expansionismo urbanístico. En este último sentido, se reduce sensiblemente el suelo urbanizable previsto en la actualidad: de los 10,5 millones de metros cuadrados que contempla el vigente Plan General de 1990 se pasa a 2,8 millones.

Hay que tener en cuenta que, como todo plan, cuenta con un período de consulta ciudadana y posible presentación de alegaciones, sugerencias y propuestas alternativas ante el ayuntamiento. Este plazo de información pública es de tres meses, culminando el próximo 8 de septiembre.

Las situaciones urbanísticas de Dénia y Xàbia son distintas, sí, aunque quizás no tanto si se consideran como una ocasión para reflexionar, sin prisa pero sin pausa -en especial en el caso de Dénia- sobre sus respectivos territorios y concebir para ellos una ordenación idónea que potencie sus magníficas características y grandes oportunidades.