El tiempo, tras las sorprendentemente moderadas y efectivas lluvias en algunos puntos del sudeste español, junto a decepciones y excesos en otros puntos de España, ha vuelto a la estabilidad, puede que no por mucho tiempo. Cuando empecé mis participaciones en estas columnas, hace ya algunos años, ya advertí que mi perfil no era sólo el meteorológico y climatológico, mis modestos conocimientos teórico y prácticos en agricultura también iban a aparecer en estas contribuciones. En otra columna le tengo reservada una reflexión a la xylella, ese mal que amenaza los cultivos peninsulares, tras haberse cebado ya en los mallorquines. No obstante, hoy voy a centrarme en una iniciativa positiva, interesante para los agricultores, los consumidores y el medio ambiente. Un grupo de 20 agricultores de la Cooperativa de Cocentaina, acaba de constituir un Sistema Participativo de Garantía o SPG, con el fin de certificar su propia producción de aceite agroecológico para autoconsumo. Dicha producción se llevará a cabo libre de cualquier producto de síntesis, mediante unas prácticas 100% respetuosas con el medio ambiente, utilizando únicamente productos autorizados en agricultura ecológica. Los SPG son un sistema alternativo a la certificación oficial, implantados en Europa, en países como Francia o España, y en el resto del mundo. Países como Perú y Brasil ya los han equiparado a la certificación oficial, y que se agrupan en la organización internacional IFOAM. La Cooperativa ha impulsado esta certificación debido a las dificultades de la certificación oficial para parcelas muy pequeñas, lo que la hacía impracticable debido a la orografía montañosa del Comtat, a pesar de la voluntad de estos agricultores por practicar una agricultura ecológica. También debido al elevado coste que supone la certificación oficial para el pequeño agricultor. En el SPG es muy importante también la participación de los consumidores a la hora de realizar las visitas de control a las parcelas, lo cual da mayor transparencia y garantía al sistema, por lo que se establecerán contactos con alguna organización de consumidores locales para este fin. No olvidemos que los productos kilómetro 0 de secano son aún más ecológicos que otros que dicen serlo, pero que proceden de países lejanos sin trazabilidad asegurada y con alto coste de carbono en el transporte.