Creo que la objetividad no existe, porque no es posible más que como aspiración o idea regulativa; pero sí la manipulación. Admitida la manipulación, la hay inevitable y la hay "mala". La manipulación inevitable funciona al modo en que el sujeto kantiano construye necesariamente el objeto de conocimiento, es decir: la realidad y su noticia deben construirse, redactarse, editarse de una forma u otra, inevitablemente: los "hechos brutos", de existir, no nos son dados y lo que se comunica es siempre un producto. Por otra parte, la manipulación "mala" es la que todos entendemos por manipulación a secas, y utiliza multitud de instrumentos: su forma más grosera es la mentira, pero muchas veces basta con no decir la verdad o no decir nada, decirla en primer lugar o como despedida, emparedarla entre dos sandeces...¡Yo qué sé! Contra la manipulación no existe otro remedio que el ejercicio crítico de la razón, o sea, estar atento a la jugada para que no te metan más goles que porterías. Y ni así.

Digo esto porque si uno ve la tele, estos últimos días especialmente, no cabe otra cosa que concluir que aquí manipulan a secas tirios y troyanos y que cuando no pecan de querencia manifiesta de parte o bando, lo hacen por sobreabundancia y hastío, cuando no están en otra parte en la que nadie les espera. Y no digo nada de las tertulias moderadas por extremistas que responden más que preguntan. En fin, a lo que iba: en este contexto de evidencias llama la atención que el zorro se proponga a sí mismo para vigilar el gallinero, y que los del gobierno del PP, que tan bien lo hicieron y lo hacen en Canal 9, Telemadrid o TVE, quieran intervenir los medios de comunicación pública catalanes para "garantizar la objetividad y la pluralidad". ¡Vamos, hombre! ¿No se podría sustituir la manipulación "mala" por la "inevitable" hecha por profesionales con criterios profesionales, y no podría el supuesto cuarto poder serlo tan supuestamente independiente como los otros tres y de los otros tres? Pero no: parece que el pregonero siempre lo es del ayuntamiento.

-Si no quieres caldo, dos tazas: los colegios donde lo pidan diez niños/padres impartirán Islam el próximo curso.

-Coincidencias, que diría Paul Auster. Acababa de llegar de Torino y de visitar su magnífico Museo Egipcio, todavía entusiasmado con los bellísimos restos de una cultura construida en torno a la muerte, cuando llego aquí de vuelta y me entero de que los vecinos de Xaló rechazan que en la plaza de Les Oques se instale un tanatorio (que no tienen y necesitan). No quieren enturbiar el jolgorio de los niños en el parque ni atragantar las cervezas de los mayores en las terrazas. No es que uno sea muy funerario ni mortuorio, pero como sigamos así, invisibilizando la muerte que nos habita y viviendo en una eternidad efímera, nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. Vita brevis: inspiró y expiró.