Las reformas en el currículo de ESO y Bachillerato las carga el diablo. La Conselleria d´Educació es muy sufrida. Si desean comprenderlo, déjense llevar por El principio de Peter, de L. J. Peter, quien viene a defender la siguiente idea: «Toda persona tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia». La propuesta de «mejora» de Marzà y sus amigotes podría resumirse en el titular que firma el compañero Rafel Montaner: «El Bachillerato suma dos horas de clase más a la semana en primero» (Levante-EMV del 12/01/2018). Una hora extra de Inglés -de tres a cuatro-, otra para Religión (sic), Anatomía y Cultura científica -de dos a tres- y en la ESO, pocos cambios, salvo la reducción de una hora -de dos a una- en el insólito matrimonio Religión-Valores éticos.

No sé en qué mente privilegiada cabe la idea de una materia en donde el profesorado, con bastante suerte, trabajará cuatro horas mensuales en el aula. ¡Ah! ¡Pero es que se trata de Valores éticos! ¿La pareja de Religión? ¡No importa! Es una simple e insignificante maría. ¿Y saben por qué? Pues porque la igualdad, el espíritu crítico, la diversidad, la coeducación o la violencia de género sólo importa a la mayoría de cara a la galería. Si realmente interesa una educación libre, igualitaria, comprometida y que construya ciudadanía -no vasallaje- habrá que plantearse desde dónde hacerlo y cómo implementarlo. A modo de ejemplo: Andalucía cuenta con la materia Cambios sociales y nuevas relaciones de género, que se cursa en toda la etapa de la ESO, de manera progresiva, y en la cual se propone entre otros objetivos el de «promover la igualdad evitando en el alumnado modelos estereotipados que constriñan su libertad y autonomía». Una alternativa con rigor epistemológico, pedagógico y lo que es más valioso, capaz de transformar la realidad inmediata. Restar horas a Valores éticos es menospreciar el espacio oportuno para abordar aquellos asuntos que, según dice bastante gente, deben entrar ineludiblemente en el aula. ¿Cómo, pues? ¿Desde el fariserísmo?

A otra cosa. ¿Cuál es la finalidad de aumentar en dos horas 1º de Bachillerato? ¿Nadie piensa en planificar un horario decente y digno para nuestro alumnado? Ya sé que es importante el inglés, oiga. Pero, ¿y qué no lo es? Para mí también es valioso el tiempo de descanso, los patios, temarios racionales, la no competitividad, la coeducación, machacar el patriarcado, construir ciudadanía crítica... Una vez más se proyecta en la educación las neuras y fobias particulares de los mandatarios. El alumnado pagará de nuevo tanta dosis de incompetencia. El principio de Peter, en fin.

Tratándose de propuestas, ansío un diálogo entre iguales. Con actitud feminista, sin machiruladas. La educación es la llave que abre las puertas de una sociedad ilustrada, empoderada e igualitaria. Por eso, en ocasiones, sumar es restar. Piénsenlo.