Hace unos tres meses el Gobierno anunció oficialmente que la crisis económica había acabado. Se supone que habrá acabado, pero no para todos, porque los jubilados seguimos desde el 2013 con el aumento anual de nuestras pensiones del 0,5% en contra de la Constitución. Y aunque no les interese saberlo, para los españoles todos los artículos de la Constitución del 78 obligan por igual, pero no para el Gobierno, por lo visto. Hay que ver con que rapidez y rotundidad se ha aprobado y aplicado el Articulo 155 en Cataluña a través del Senado y en cambio nadie habla sobre el obligado cumplimiento del Artículo 50, que se refiere a las pensiones que textualmente dice que se garantizarán periódicamente actualizadas para mantener la suficiencia económica de los ciudadanos. Ese artículo no interesa. Se sube un 0,25% cada año con motivo de la crisis y a otra cosa. Y ya van cinco, provocando una pérdida del 7% de nuestras pensiones.

La solución, para la Sra. Villalobos presidenta del Pacto de Toledo que es muy hormiguita, es el ahorro privado a base de dos euros al mes, que por mis cuentas, durante 50 años de vida laboral son 1.200 euros para apoyo a la pensión. Un crucero y que cada cual se las arregle para su futuro que de la Constitución ni me acuerdo Una chorrada impropia de una responsable política, que ha sido Alcaldesa de Málaga, V.P. del Congreso, Ministra -con las cabras locas- y siempre con los más suculentos sueldos que la política pueda ofrecer. Desde ese privilegiado observatorio ¿Como va a entender los problemas de los jubilados? Y naturalmente ¿Cómo va a buscar justas soluciones al grave problema?

Aquí no hay otra solución que recaudar más dinero. Y eso se ha de sacar de impuestos. Por ejemplo, gravando con unos céntimos el litro de carburante, el kilovatio de energía o las facturas de restaurantes, de hoteles y agencias de viajes, creando un IVA especial para artículos de lujo y una lotería especial 6/49 en cada autonomía con ese destino nacional. Yo estoy seguro que si se dijera que el destino de ese sobreprecio es para los pensionistas nadie protestaría. Otro remedio sería que el IRPF que se cobra de las pensiones a los jubilados retornara a los fondos de las pensiones y no al presupuesto nacional, con lo que se enjugaría su déficit anual. En fin, algo más que los dos euros al mes de Dª Celia.

Lo que no se entiende es ese silencio de los sindicatos, tan proclives a la pancarta y la tamburada por cualquier problema, ignorando como si no existieran los problemas de sus afiliados pensionistas. Se habla mucho de los pensionistas en las elecciones, se alaba su esfuerzo, sus sacrificios y su trabajo, pero en cuanto consiguen los cargos se olvidan de nosotros. Y es un gran error, porque los pensionistas, que ya somos el 20% de los votantes, al final lo haremos sin pasión partidista, por aquellos que nos garanticen como solución algo más que el 0,25 anual o los dos euros de ahorro al mes de la Presidenta del Pacto de Toledo, porque aunque pasen los años y los pensionistas han vuelto a ser los que han salvado a España de la última crisis, acogiendo en sus casas y con sus modestas pensiones a las legiones de parados y arruinados por la crisis bancaria. Pero eso da igual, porque se les da una limosna y se dan por satisfechos, porque hacen falta muchos millones para Cataluña, para subir el 8% a los funcionarios o para la banca. ¡Que vergüenza ver como se cumplen solo los artículos de nuestra Constitución que interesan y como se borran los demás¡. Pero para eso está la Sra. Villalobos, para dar soluciones. En que quedamos, ¿Acabó ya la crisis para todos o solo para los privilegiados? Que el tambor también es tropa y en el desfile electoral nos encontraremos.