El presente artículo enlaza con un documental, un debate, un pacto y un libro. El primero es Amanecerá y veremos. Mujeres protagonistas de paz, producido por Atelier y presentado en la Universitat de València el 19 de abril, con participación de Leonora Castaño (refugiada), Juana Ramírez (Universidad de Manizales), Isadora Guardia (UV) y Julia Garrido (Atelier); el segundo es la mesa redonda sobre El Proceso de Paz. Una mirada desde los grupos campesinos, con Luz Dary Molina (Fensuagro), Federico Pacheco (Vía Campesina Europa) y Anna Balaguer (Mundubat); el tercero es el Pacto por la Vida y una Nueva Nación que el Movimiento Social del Suroccidente propone al país y a la candidatura de Colombia Humana que lideran Gustavo Petro y Ana María Robledo; y el cuarto es Colombia. La Paz naciente, de Luis Sandoval (Redepaz), que se presenta en Bogotá el 7 de mayo.

Estos valiosos enlaces tratan un tema de fondo en una coyuntura concreta. El tema es el proceso de paz en Colombia a partir del acuerdo entre el Gobierno y las FARC firmado en junio de 2016, sometido a plebiscito en octubre (con apretado triunfo del NO) y refrendado en noviembre del mismo año por el Congreso de la República.

El proceso tiene lugar en medio de nubarrones que oscurecen la ansiada alborada de paz, como son el asesinato de líderes populares y defensores de derechos humanos (186 entre enero de 2016 y julio de 2017), los incumplimientos por parte del Gobierno, las disidencias guerrilleras y las acusaciones que involucran a dirigentes de las FARC y que deben ser aclaradas con la mayor celeridad.

Y la coyuntura son las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 27 de mayo, con una segunda vuelta el 17 de junio, si ninguna de las siete candidaturas supera la mayoría absoluta en la primera; tema y coyuntura que constituyen la oportunidad histórica -imperdible- de avanzar en una paz justa y una justicia social con un desarrollo sostenible, por medios pacíficos y democráticos, en ese contradictorio país llamado Colombia en honor del Almirante genovés...

Es, pues, crucial la más amplia participación en estos comicios y el apoyo a candidaturas que respaldan el proceso de paz, progresistas, de izquierda y centro-izquierda, como son la de Humberto De la Calle y Clara López (Partido Liberal y Alianza Social Independiente); la de Sergio Fajardo y Claudia López (Polo Democrático y Verdes); y la mencionada de Petro y Robledo. Inéditas opciones electorales con tres mujeres candidatas a la vicepresidencia y una a la presidencia -Vivian Morales-, en promisorio vislumbre de que en la siguiente legislatura (2022 - 2026) Colombia podría tener presidenta.

La idea -compartida con mucha gente- de un programa de mínimos a ser asumido por las cuatro candidaturas antes de la primera vuelta, se resumió en el artículo Votar en Colombia y en España 2018 -2019 enviado en mensaje intercolectivo y multidestino (MIM) el 1 de abril, accesible en la web de ACTÚA (https/actua.digital/docs). No conseguido el objetivo -pese a los esfuerzos de mucha gente-, será un imperativo político, social y ético lograrlo en la segunda vuelta, en el caso de que alguna de las aludidas candidaturas supere la primera. Si quienes pasan son Iván Duque (Centro Democrático) y Germán Vargas Lleras (Coalición Mejor GVL), habría que votar, como tantas veces desde 1958, por el menos malo o en blanco (con dos papeletas en insólita duplicidad).

El 17 de mayo se presentarán en València las propuestas programáticas de Colombia Humana; una buena oportunidad de conocer el sentido económico, social y ecológico de la metáfora del Aguacate vrs el Petróleo, o sea, del modelo alternativo, biodiverso y agro-industrial, frente al dominante minero-extractivista y del monocultivo; y de saber si los nubarrones se disipan o se densifican no solo en el inmediato horizonte político, sino en el de paz y de país en los próximos años. Y ello depende de los 36.025.318 potenciales votantes (11.731 en València). ¿Será que los hombres y mujeres mayores de 18 años, con nacionalidad colombiana y estemos donde estemos, lograremos hacer trizas, el 27M, la penosa media histórica del 52% de abstención?