Tres mil millones de cristianos, dos mil doscientos veinte nueve millones de musulmanes, mil ciento setenta y cinco millones de hindúes, cuatrocientos millones de budista y diecisiete millones de judíos constituirán el censo religioso para el año dos mil cincuenta según el informe de Le Monde Diplomatique. El Islam se disparará. "El siglo veintiuno es el cambio de paradigma", afirmaba el científico almeriense Ginés Morata, recientemente nombrado Foreing Member (miembro extranjero) de la Royal Society.

En la celebración de una comunión múltiple, el sacerdote oficiante, entre cantos, lecturas sagradas y el recinto parroquial hasta los topes, instaba a celebrar el don difuso que el Espíritu Santo ha impartido a los y las adeptos al credo católico. ¿Don difuso? ¿Cuántos de los asistentes infantiles entenderían lo del difuso y lo del don, en sí mismo? Lo que si comprendió la totalidad de los asistentes fue el óbolo que cada comulgante (su familia) ofrecía en sobre cerrado a fin, según palabras del sacerdote, de aliviar las necesidades económicas de la Iglesia, entidad por otra parte que, contando con el respaldo gubernamental de un país definido como aconfesional, está en plena campaña de recaudación activa arrimándose al cumplimiento del deber ciudadano de declarar obligatoriamente la Renta. "No olvides poner la X en tu declaración de la Renta en la casilla correspondiente a la Iglesia católica. Recibir€para dar" es el mensaje en mayúsculas y recuadrado que difunde la doble hoja "Aleluya", boletín oficial del Arzobispado de Valencia, dirigida por el sacerdote Sergio Requena Hurtado, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Seminarios y universidades en Conferencia Episcopal Española; "el seminario se ha convertido no en un centro de formación sino en un College inglés. Y además orbitando alrededor de La Obra (Opus Dei). ¿Quién si no, creen que les impartió los Ejercicios Espirituales, sino don Sergio Requena? Recoge "Germinans Germinabit" el doce de marzo del dos mil diecisiete.

En los templos católicos, mensajes a la feligresía son distantes, nada interactivos y fuera del contexto temporal y ambiental. Mal enfoque de negocio que se aleja de los requisitos del mercado; aunque tanto la Iglesia como el resto de religiones saben de la innata búsqueda de respuestas del ser humano y esa introspección individual que le acompaña al madurar, resuelta mediante el engranaje educacional (escuela, familia) direccionado al tótem estipulado. Ahí está la gallina de los huevos de oro.

En la citada comunión, llegado el momento de compartir el rito de la paz en la celebración eucarística, tras la fórmula: "Daos fraternalmente la paz", los presentes la recibieron como un llamamiento oficial al recreo y el contexto religioso, cogido con alfileres, pasó a segundo plano, al desatarse la general cháchara entre familiares y conocidos que forzó al diácono, ante el micrófono, a esgrimir tajantemente: "Quien quiera hablar que se vaya al exterior".

"La ilusión trascendental se ha hecho teológica; la simbología de las entidades económicas son como los centros sagrados. Una fe puede utilizar muchas mediaciones. La creencia es pura, madura, dura y oscura. La fe la elige uno; no toda mística es cristiana, tiene que haber una crítica del misticismo. La Iglesia sigue teniendo puntos negros. Mi tesis es que no somos peores que los demás"; fueron algunas de las frases dichas por Ricardo Díaz Calleja, catedrático de Termodinámica de la Universidad Politécnica de Valencia, en la conferencia "Ciencia y Fe" organizada por el Fòrum de Debats y Xarxa Cristiana (aglutina grupos cristianos de base, de comunión eclesial desde la igualdad y la diversidad). Al finalizar la disertación, de entre el público, un hombre corpulento, notablemente enfervorizado confesó "Mi familia es del Opus" reseñando a renglón seguido, la desconexión "con gente que no procede del Nacional Catolicismo, como nosotros" (una de las señas de identidad ideológica del franquismo).

En tiempos pretéritos, sistemas autoritarios debían doblegarse ante doctrinas religiosas que manipulaban al pueblo esclavo y doliente, ofreciendo esperanzas y soluciones, siempre intangibles, a sus miserias. La Transcomunicación Instrumental (TCI) en la búsqueda de respuestas mediante aparatos electrónicos, pone el foco en el más allá, figura estelar de cualquier religión que se precie, ese siguiente plano, de dicha o castigo infinito, post mortem. Nuevas técnicas publicitarias convulsionan la mente del individuo religioso con fines crematísticos: "Ayuda con tu herencia o legado". Ayuda a la Iglesia necesitada. ACN España. Fundación Pontificia, fundada por Werenfried van Straaten, "mimado por la Roma del papa Wojtyla y conocido como el padre tocino" publica El País en febrero del dos mil tres.

Marduk es un hipotético mundo, en un universo paralelo, al que van los muertos, un lugar paradisíaco: "Los paisajes son impresionantemente bellos. Cerca de sesenta billones de humanoides se encuentran aquí, provenientes de todos los mundos existentes (Año/Cero, 111). Marduk sería además un lugar de paso hacia otros mundos evolucionados", según recoge el libro de Carlos G. Fernández "Psicofonías y Psicoimágenes", editado en el año dos mil dos. Las religiones son armas poderosas capaces de asesinar, empobrecer, esclavizar. Negocios encubiertos de poder y riqueza, que han realizado desmanes y genocidios, con el miedo como ingrediente: la persecución antijudaica, origen del Santo Oficio, la expulsión de los moriscos de los reinos de España, en mil seiscientos nueve, son algunos ejemplos de nuestra historia. Ningún credo se libra de la utilización del terror para lograr sus fines. Se mata en nombre de cualquier religión y la impunidad es hasta justificada por la plebe creyente: "Los dioses crearon y controlaban el mundo. El máximo sacrificio que un maya podía hacer a los dioses era la vida humana. Era muy importante que el que iba a morir se diera cuenta del gran honor que significaba entregarse a los dioses", los sacrificio en el cenote (pozo) de Chichén Itzá, eran de mujeres, "los sacerdotes seguían a los gobernantes. Después venía la muchacha. Su cuerpo estaba pintado de azul porque este era el color del sacrificio. El agua yacía veinte metros bajo la superficie", tras atarla de pies y manos, los sacerdotes la lanzaban al agua, "más tarde los sacerdotes descenderían hasta el nivel del agua; si estaba todavía viva, obtendrían de ella una respuesta acuática", si había muerto "significaría un presagio funesto para todos los mayas", las muchachas morían sin regresar a la superficie. Franco superó a los mayas en rituales espectaculares como el de procesionar bajo palio.

Martín Lutero, acoquinado escribiría al papa: "He atacado, lo reconozco, a la corte de Roma, donde ni vos ni nadie negará que existe tan gran corrupción como la de Babilonia y Sodoma. Me he indignado al ver que, al amparo de vuestro nombre y el de la Iglesia romana, se engaña así al pueblo", escribe Ludwing Wesel en su trabajo sobre el fundador del protestantismo. Por su parte el catarismo, movimiento clandestino en su mayor parte, recogía disputas sobre la creación, la naturaleza de Dios y la salvación eterna. Friedrich Nietzsche, filósofo, escribió en: "El ocaso de los ídolos. Como se filosofa a martillazos" que: "el fin de la vieja verdad está próximo".

Es obligada la remodelación del léxico litúrgico desterrando frases, en las comuniones, como la de que los padres (sin citar a las madres) encenderán los cirios para dárselo a los niños (silenciando a las niñas).

"Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo. Y un día mientras Adán dormía la siesta, tras una comida pesada, le guindó una costilla y con dicha costilla, creó la primera mujer:-Voilá la costilla y vean el sombrero vacío; nada por aquí, nada por allá. Introducimos la costilla, ¡alehop! Unos polvetes (mágicos). ¡Hop! Y ¡Thaaang!". La creación de la mujer según J.L. Martín, historietista y director editorial, en "La Biblia contada a los pasotas".